“Una lucha contra los elementos. Así definiría esta etapa” -decía este domingo desde el “Telefónica azul”, su jefe de guardia, Jordi Calafat- "Siempre pensé que si había una etapa en esta Vuelta al Mundo en la que tener problemas con el material iba a complicar las cosas, sería ésta". Con 18 nudos de viento y olas que han llegado casi a los seis metros, el “Telefónica azul” prosigue su camino hacia Cabo de Hornos, segunda meta volante de esta etapa de la Vuelta al Mundo.
A una velocidad de 15 nudos, en el barco español continúan atentos, David Vera. “Hoy hemos revisado otra vez el palo otra vez y hemos hecho alguna modificación para el viento que tendremos a partir de esta noche; así podremos estar más tranquilos”, relataba el proa en esta etapa del “Telefónica azul”,
El canario, apodado por algunos de los chicos a bordo como el “McGyver español”, continuaba hablando de la situación a bordo: “A bordo estamos bien, sabemos que es algo que no dependía de nosotros y ahora toca seguir hacia delante. Creía que la mala suerte se había acabado con lo de la piedra en Qingdao (China), pero evidentemente no ha sido así”.
Haciendo cuentas sobre cuándo llegar a Rio
El vencedor de la pasada edición de la Copa América, Jordi Calafat, repasaba los datos pensando en cuándo podrán llegar a Rio: “Estamos a 6.500 millas de la llegada y vamos al 70% del potencial de barco, así que haciendo cuentas nos quedan entre 18 y 20 días más de etapa. Sin duda, ésta es un prueba muy dura, y todavía no hemos tenido viento fuerte, que vendrá”.
El campeón olímpico mallorquín centra su objetivo ahora en “llegar a Río de Janeiro con el menor número de problemas posibles y así poder luchar por las siguientes etapas”. Algo que también destacaba desde el “Telefónica azul” David Vera, que además comenzaba a pensar ya en la regata costera de Rio, del próximo 4 de abril: “Somos conscientes de que ahora nuestro objetivo es llegar a Río de Janeiro sin más averías; y hacerlo a tiempo para prepararnos para la regata costera”.
"Agua y electricidad no combinan bien"
El estratega Simon Fisher nos hacía saber hoy que a pesar de todo “no hay un momento de tranquilidad a bordo” y buen ejemplo fue que ayer, pensando que su guardia transcurriría sin más sobresalto, se le presentó un trabajo extra: “Alguien sacó la cabeza y dijo que la potabilizadora no funcionaba. Pasó rápido una hora allí estaba yo con las piezas de la bomba trabajando para saber por qué cada vez que la encendías empezaba a echar humo”.
El trabajo hecho anteriormente por el alicantino Pepe Ribes, que no pudo participar en esta etapa por una fractura en un dedo de la que se está recuperando a buen ritmo, salía a relucir: “A pesar de que no esté aquí con nosotros, Pepe preparó una lista de piezas de recambio para esta etapa, y pude encontrar una nueva para reemplazar la rota. Buen trabajo después de andar por la sentina durante una hora y comprobar lo obvio: que el agua y la electricidad no combinan bien”.
Por su parte, el nórdico “Ericsson 3” lidera un día más la flota aumentando su ventaja sobre el segundo en la etapa, por el momento, el norteamericano “Puma”.
Al habla con los barcos....
Rick Deppe.- Puma Ocean Racing.
Ya estamos! Il Monstro ya ha puesto rumbo a Cabo de Hornos, hemos soltado escotas y el Volvo Open 70 por fin hace lo que le gusta: devorar millas en el océano. Yo os podéis imaginar como nos sentimos al no tener que navegar más en ceñida; de todas maneras aunque el ángulo es mucho mejor, las condiciones son duras y muy húmedas.
Si estáis leyendo esto en el web site de Volvo Ocean Race, probablemente podréis haceros una idea de donde estamos –seguro, que es mejor que mi visión de la situación-. Acabo de echar un ojo a la mesa de navegación y lo único que veo es una pequeña embarcación verde en medio del inmenso océano.
Pero es que aún nos quedan 4000 millas para llegar a Cabo de Hornos y casi la mitad de camino a Rio.
A una velocidad de 15 nudos, en el barco español continúan atentos, David Vera. “Hoy hemos revisado otra vez el palo otra vez y hemos hecho alguna modificación para el viento que tendremos a partir de esta noche; así podremos estar más tranquilos”, relataba el proa en esta etapa del “Telefónica azul”,
El canario, apodado por algunos de los chicos a bordo como el “McGyver español”, continuaba hablando de la situación a bordo: “A bordo estamos bien, sabemos que es algo que no dependía de nosotros y ahora toca seguir hacia delante. Creía que la mala suerte se había acabado con lo de la piedra en Qingdao (China), pero evidentemente no ha sido así”.
Haciendo cuentas sobre cuándo llegar a Rio
El vencedor de la pasada edición de la Copa América, Jordi Calafat, repasaba los datos pensando en cuándo podrán llegar a Rio: “Estamos a 6.500 millas de la llegada y vamos al 70% del potencial de barco, así que haciendo cuentas nos quedan entre 18 y 20 días más de etapa. Sin duda, ésta es un prueba muy dura, y todavía no hemos tenido viento fuerte, que vendrá”.
El campeón olímpico mallorquín centra su objetivo ahora en “llegar a Río de Janeiro con el menor número de problemas posibles y así poder luchar por las siguientes etapas”. Algo que también destacaba desde el “Telefónica azul” David Vera, que además comenzaba a pensar ya en la regata costera de Rio, del próximo 4 de abril: “Somos conscientes de que ahora nuestro objetivo es llegar a Río de Janeiro sin más averías; y hacerlo a tiempo para prepararnos para la regata costera”.
"Agua y electricidad no combinan bien"
El estratega Simon Fisher nos hacía saber hoy que a pesar de todo “no hay un momento de tranquilidad a bordo” y buen ejemplo fue que ayer, pensando que su guardia transcurriría sin más sobresalto, se le presentó un trabajo extra: “Alguien sacó la cabeza y dijo que la potabilizadora no funcionaba. Pasó rápido una hora allí estaba yo con las piezas de la bomba trabajando para saber por qué cada vez que la encendías empezaba a echar humo”.
El trabajo hecho anteriormente por el alicantino Pepe Ribes, que no pudo participar en esta etapa por una fractura en un dedo de la que se está recuperando a buen ritmo, salía a relucir: “A pesar de que no esté aquí con nosotros, Pepe preparó una lista de piezas de recambio para esta etapa, y pude encontrar una nueva para reemplazar la rota. Buen trabajo después de andar por la sentina durante una hora y comprobar lo obvio: que el agua y la electricidad no combinan bien”.
Por su parte, el nórdico “Ericsson 3” lidera un día más la flota aumentando su ventaja sobre el segundo en la etapa, por el momento, el norteamericano “Puma”.
Al habla con los barcos....
Rick Deppe.- Puma Ocean Racing.
Ya estamos! Il Monstro ya ha puesto rumbo a Cabo de Hornos, hemos soltado escotas y el Volvo Open 70 por fin hace lo que le gusta: devorar millas en el océano. Yo os podéis imaginar como nos sentimos al no tener que navegar más en ceñida; de todas maneras aunque el ángulo es mucho mejor, las condiciones son duras y muy húmedas.
Si estáis leyendo esto en el web site de Volvo Ocean Race, probablemente podréis haceros una idea de donde estamos –seguro, que es mejor que mi visión de la situación-. Acabo de echar un ojo a la mesa de navegación y lo único que veo es una pequeña embarcación verde en medio del inmenso océano.
Pero es que aún nos quedan 4000 millas para llegar a Cabo de Hornos y casi la mitad de camino a Rio.
Antes de la salida, la única manera que tenía de mantener mi cabeza concentrada en cuanto a la longitud de la etapa, era mirando una bola del mundo. Cuando te pones a seguir nuestra ruta en un globo terráqueo, se te hace obvio que estamos navegando la mitad del camino total de la vuelta al mundo casi de una vez.
La vida a bordo no puede ser más rutinaria. Cuando los chicos están en una de las guardias, la vida se resume en llevar el barco en el ángulo más rápido que puedas, para llegar a donde sea que estemos intentando llegar e intentar posicionar el barco lo mejor posible para el siguiente frente, a la vez que el Monstro devora millas en el camino que le hemos marcado. Esto es todo un acto de equilibrio.
Parece que vamos en plazos con la comida y habiendo hecho la mitad del recorrido todavía nos quedan 20 bolsas embaladas de raciones de comida. El espacio que han dejado las otras, es un “bonus” ya que ahora disfrutamos de algo más de espacio a bordo y, después de todo, son casi 300 kilos que no tendremos que ir moviendo de lugar nunca más.
Rick
Wouter Verbraak.- Green Dragon
Wouter Verbraak nos explica que la vida a bordo de un Volvo Open 70 navegando por el Océano Sur está llena de contrastes. El navegante del Green Dragon reconoce que a veces es duro mantenerse positivo.
Me encuentro completamente exhausto y abatido, pero por otro lado tengo que obligarme a sonreir, que es lo que me permite seguir adelante. A juzgar por la cantidad de comida que hemos dejado en la olla, parece que todos estamos más o menos igual. Como dice Neil, “la miseria adora la compañía”.
En el fondo de mi mente puedo escuchar al doctor diciendo: “tienes que ingerir al menos 5.000 calorías al día”. Vale, de acuerdo, me fuerzo a ingerir tantas como puedo, pero unas cuantas cucharadas de cena y algunas barritas de muesli es todo lo que soy capaz de tomar. Hoy tendré que confiar en mis reservas de grasa... aunque desafortunadamente la mayo parte se esfumó en la primera etapa.
Realmente, botar ciñendo en 25 nudos no es para lo que estos barcos han sido diseñados, algo también aplicable a los humanos. Además, apenas avanzamos hacia Cabo de Hornos, así que creo que mi cuerpo me lo está recordando; un día bastante malo en general.
La vida a bordo no puede ser más rutinaria. Cuando los chicos están en una de las guardias, la vida se resume en llevar el barco en el ángulo más rápido que puedas, para llegar a donde sea que estemos intentando llegar e intentar posicionar el barco lo mejor posible para el siguiente frente, a la vez que el Monstro devora millas en el camino que le hemos marcado. Esto es todo un acto de equilibrio.
Parece que vamos en plazos con la comida y habiendo hecho la mitad del recorrido todavía nos quedan 20 bolsas embaladas de raciones de comida. El espacio que han dejado las otras, es un “bonus” ya que ahora disfrutamos de algo más de espacio a bordo y, después de todo, son casi 300 kilos que no tendremos que ir moviendo de lugar nunca más.
Rick
Wouter Verbraak.- Green Dragon
Wouter Verbraak nos explica que la vida a bordo de un Volvo Open 70 navegando por el Océano Sur está llena de contrastes. El navegante del Green Dragon reconoce que a veces es duro mantenerse positivo.
Me encuentro completamente exhausto y abatido, pero por otro lado tengo que obligarme a sonreir, que es lo que me permite seguir adelante. A juzgar por la cantidad de comida que hemos dejado en la olla, parece que todos estamos más o menos igual. Como dice Neil, “la miseria adora la compañía”.
En el fondo de mi mente puedo escuchar al doctor diciendo: “tienes que ingerir al menos 5.000 calorías al día”. Vale, de acuerdo, me fuerzo a ingerir tantas como puedo, pero unas cuantas cucharadas de cena y algunas barritas de muesli es todo lo que soy capaz de tomar. Hoy tendré que confiar en mis reservas de grasa... aunque desafortunadamente la mayo parte se esfumó en la primera etapa.
Realmente, botar ciñendo en 25 nudos no es para lo que estos barcos han sido diseñados, algo también aplicable a los humanos. Además, apenas avanzamos hacia Cabo de Hornos, así que creo que mi cuerpo me lo está recordando; un día bastante malo en general.
Te preguntarás si la Volvo Ocean Race ha conseguido terminar con mi espíritu. ¡De eso nada!. Simplemente vivimos una vida de extremos. Hoy no podría estar más contento, me encuentro hablador, haciendo bromas y charlando con los chicos en cubierta, siempre con una sonrisa en la boca; ¡es un día maravilloso!.
Estoy seguro de que en cubierta es un infierno. Olas enormes barriendo constantemente. Tengo los ojos rojos e irritados por la salitre, y mientras le doy al grinder de la mayor, me encuentro constantemente bajo dos palmos de agua agarrado al pedestal porque me va la vida en ello.
¿Cuál es la diferencia? Es enorme. Hoy vamos rumbo Sureste directos a la primera puerta de seguridad de hielo, y no habrá navegación en ceñida al menos durante la próxima semana.
Así que estoy tratando mi cuerpo con un desayuno doble, comida y cena completas, y todas las barritas que me caben en las manos. El extra es que hoy es el cumpleaños de Damian, así que incluso tenemos una barra del mejor chocolate que puedas soñar; y créeme, sueño mucho en ello...
Wouter Verbraak, navegante del Green Dragon
Estoy seguro de que en cubierta es un infierno. Olas enormes barriendo constantemente. Tengo los ojos rojos e irritados por la salitre, y mientras le doy al grinder de la mayor, me encuentro constantemente bajo dos palmos de agua agarrado al pedestal porque me va la vida en ello.
¿Cuál es la diferencia? Es enorme. Hoy vamos rumbo Sureste directos a la primera puerta de seguridad de hielo, y no habrá navegación en ceñida al menos durante la próxima semana.
Así que estoy tratando mi cuerpo con un desayuno doble, comida y cena completas, y todas las barritas que me caben en las manos. El extra es que hoy es el cumpleaños de Damian, así que incluso tenemos una barra del mejor chocolate que puedas soñar; y créeme, sueño mucho en ello...
Wouter Verbraak, navegante del Green Dragon
ETAPA 5: Qingdao - Río de Janeiro
Distancia a recorrer: 12500 millas
Parte de posiciones de las 13:00 UTC de hoy domingo 8 de marzo de 2009:
1º.- ERICSSON 3. 41º 23.63´S, 152º 33.30´W, rumbo 115º, velocidad 18.8 nudos, a 5.743 millas de meta.
2º.- PUMA OCEAN RACING. 41º 40.13´S 155º 17.47´W, rumbo 092º, velocidad 17.0 nudos, a 111 millas del líder.
3º.- ERICSSON 4. 41º 17.10´S, 155º 17.40´W, rumbo 107º, velocidad 17.3 nudos, a 118 millas del líder.
4º.- GREEN DRAGON. 44º 09.60´S, 159º 08.67´W, rumbo 124º, velocidad 22.5 nudos, a 227 millas del líder.
5º.- TELEFONICA BLUE. 44º 36.97´S, 161º 46.98´W, rumbo 110º, velocidad 16.8 nudos, a 329 millas del líder.
Más info en http://www.volvooceanrace.es/
Saludos y buenos vientos
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