viernes, 9 de mayo de 2014

El Team SCA finaliza su primera travesía transatlántica.



La tripulación femenina del Team SCA marcó un hito en su campaña y recibió una calurosa bienvenida en una noche fría en Newport.

Abrazos, palmas y palmadas en la espalda estaban a la orden del día cuando la tripulación íntegramente femenina del Team SCA marcó un hito en su campaña de preparación para la  Volvo Ocean Race 2014-15. A su llegada recibieron una calurosa bienvenida en una noche fría en Newport, ciudad anfitriona de la sexta parada de la regata en aproximadamente un año. 

El Team SCA a su llegada a Newport © SCA
 
Los faros de los coches brillaron a lo largo de la costa y una abundante flota que incluía a miembros de la familia y aficionados locales salió a recibir a las chicas, a las que acompañaron hasta puerto, parcialmente iluminado por la luna. Más de 150 personas estaban esperando el muelle del astillero de Newport mientras que la tripulación amarraba el VO 65 a puerto.

"Sally, tú madre y tu padre están aquí," sonó por el megáfono: Eran palabras dirigidas a Sally Barkow, timonel. "Fue una travesía genial", dijo Barkow, la olímpica americana para la cual esta travesía trasatlántica se convertía en su desplazamiento más largo por mar. "Fue un viaje bastante impresionante", dijo Barkow. "A tope en algunos momentos y relajada en otros, estaba muy concentrada. Fue genial tener al equipo unido y trabajando duro".

El Team SCA a su llegada a Newport © SCA
 
"Una de las cosas interesantes acerca de esta regata es que eres responsable de los demás. Tienes que reducir la velocidad del barco cuando la gente está en proa, hay que ser cuidadosa y responsable y mirar los unos por los otros; es otro de los aspectos del  trabajo en equipo que la vela ligera no tiene", dijo Barkow.

Mientras que los padres de Barkow estaban haciendo todo lo posible para avergonzar a su hija, todo lo que Carolijn Brouwer podía oír era a su hijo de 3 años Kyle gritando "¡Mamá!". Esta fue la primera vez que Brouwer estuvo dos semanas lejos de su hijo, y ambos estaban ansiosos por verse.

"Es un momento esperado", dijo Brouwer. "Te hace navegar el barco más rápido, porque sabes que vas a atracar cuando llegues. Entonces lo escuchas gritar mami, es un gran momento que no puedes olvidar".

Brouwer dijo que el barco y la tripulación se mantuvieron bien a pesar de sufrir una amplia variedad de condiciones. Una larga empopada saliendo de Lanzarote que dejó a las navegantes caladas hasta los huesos seguida de unas condiciones navegando a un largo tragando millas.

En el Atlántico occidental se vieron obligadas a enfrentarse a tormentas nocturnas de hasta 45 nudos y roles de viento salvajes. Luego se encontraron con mar muy gruesa cuando navegaban alrededor de la Corriente del Golfo.

"Somos un equipo, lo importante es que todas trabajamos bien juntas y lo hicimos durante un largo periodo de tiempo", dijo Sam Davies, "En esta etapa se trataba de conseguir ser todas un equipo y de aprender. En la siguiente etapa, esperamos empujar el barco un poco más".

Saludos y buenos vientos

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