viernes, 16 de mayo de 2014

Cincuenta años desde la histórica victoria de Eric Tabarly en 1964 en la OSTAR


Este fin de semana Francia celebra el triunfo histórico de Eric Tabarly cuando en el 1964 ganó la regata transatlántica en solitario, entonces conocida como OSTAR.

La victoria de Tabarly fue la plataforma de lanzamiento de una de las figuras más emblemáticas del deporte y de la navegación en solitario.


Este próximo domingo, 18 de mayo, el Museo Eric Tabarly en Lorient, Francia, será la sede de las celebraciones para conmemorar la participación y la histórica victoria en el 1964 de Eric Tabarly en la regata transatlántica en solitario, entonces conocida como OSTAR. A tan solo dos años para la salida de la próxima edición de esta famosa regata, ahora conocida como Transat desde 2004, es apropiado conmemorar la victoria de Tabarly la cual sirve de recordatorio de todo lo grande que es esta legendaria regata. Los barcos de regatas pueden haber cambiado a lo largo de estos cincuenta años, pero la esencia, el espíritu pionero del navegante solitario, el coraje y la determinación siguen siendo los mismos que hoy en día...


Pen Duick II
La segunda OSTAR disputada en el año 1964 fue la plataforma de lanzamiento de una de las figuras más influyentes en la historia de la navegación en solitario, el desarrollo de la vela como un deporte en Francia y el comienzo de los diseños de los barcos de regatas oceánicas. En 1960 Francis Chichester había logrado cruzar el Atlántico Norte en 40 días. Cuatro años más tarde, el teniente naval francés Eric Tabarly de 32 años ganó la edición de 1964 invirtiendo tan sólo 27 días, 3 horas y 56 minutos a bordo de su ketche de 44 pies, el Pen Duick II. La primera OSTAR en la que apareció la publicidad fue en la segunda regata, que comenzó el 23 de mayo de 1964, convirtiéndola en un circo mediático con 15 regatistas patrocinados por periódicos nacionales.


Tabarly, el único francés en la cita, era el favorito de los demás regatistas para ganar la regata ya que contaba con la ventaja de pilotar el barco más grande y el único construido especialmente para el evento. También había llevado a cabo un estudio en profundidad de las condiciones meteorológicas y estaba físicamente muy en forma, cosa que no sucedía con sus rivales!! Al llegar a la meta en Newport, en Rhode Island, no sabía que había ganado ya que no había usado su radio durante toda la regata y casi sin querer se le escapó el comentario de que el sistema de pilotos automáticos solo habían funcionado los primeros 8 días de regata de los 27 días que empleó en completar el recorrido.

De la noche a la mañana, Tabarly se convirtió en un héroe en Francia y por su esfuerzo recibió el máximo honor de su país, la Legión de Honor entregada por el presidente de Gaulle. Sin embargo, el capitán nunca perdió de vista sus prioridades y declinó su primera invitación presidencial porque la ceremonia coincidía con el día en iba a comenzar a pintar su barco! Unos meses más tarde, un De Gaulle un poco dolido le envió otra invitación que decía: "Estaría encantado de poder contar con su presencia... si la marea es favorable, por supuesto".

La última regata importante de Tabarly fue la Transat Jacques Vabre de 1997 navegando a dos y ganando la división monocasco. Apenas unos meses más tarde, a principios de junio de 1998, Eric Tabarly se ahogó después de caer por la borda del Pen Duick I, su amado yate de crucero Fife, durante un temporal en una singladura rutinaria por la  costa sur de Gales. De este modo, Francia perdió su alma mater de las regatas oceánicas modernas. La influencia de Tabarly no puede ser subestimada... Su victoria en el 1964 y luego en la OSTAR de 1976 causó tal sensación en Francia que hizo surgir toda una generación de regatistas dispuestos a seguir su ejemplo.

La Transat es la heredera de la regata transatlántica más antigua en solitario, la OSTAR, que dio forma a la navegación oceánica moderna. 2.800 millas rumbo al Atlántico Norte conocido por depresiones salvajes, icebergs y niebla congelante. En las últimas 12 ediciones de la regata, la cual tiene lugar una vez cada cuatro años desde 1960, se ha ido acumulando una rica historia de triunfos sobre la adversidad y resultados récord. La primera regata se compitió con sólo un puñado de pioneros navegantes incluyendo a Francis Chichaste y a Blandee Hazle que acuñó la frase: “One man, one boat, the ocean” (Un hombre, un barco, el océano). Ha habido tragedias, rescates dramáticos, un drama excepcional desde el mismo comienzo de la regata. Con el tiempo, La Transat - como se le conoce hoy en día - ha evolucionado y ahora sirve al profesional fin de la vela oceánica, no obstante, existen pocas regatas hoy en día que puedan presumir de una tan larga y destacada historia.

Saludos y buenos vientos.

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