El patrón francés Charles Caudrelier comunicó que el equipo
tuvo un gran susto en su ruta transatlántica cuando el VO 65 casi colisiona con
una ballena la pasada noche, en su cuarto día de navegación. "Pasamos tan
cerca que pudimos escuchar su respiración en medio de la noche", comentó
el patrón, señalando que solo fue eso, un susto, que todo está bien a bordo
excepto un problema eléctrico en la quilla pivotante. El equipo ya cubrió 700
de las 2.160 millas de su ruta entre Newport, USA hasta Lorient, en Francia, a
donde debe de llegar el próximo día 10 de junio.
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| © DongFeng Race Team |
"Fue, de momento, el susto más grande que nos llevamos.
Era de noche y de repente descubrimos la presencia de una ballena en la
superficie, tan cerca, que podíamos escuchar su respiración. Normalmente se
puede notar el olor de las ballenas en el aire pero, como era de noche, no
conseguimos ver su situación. No pudimos ver su presencia en el agua, pues
cuando las ballenas están en superficie es que están durmiendo. Es una sorpresa
muy desagradable tanto para la ballena como para los navegantes cuando esto
ocurre", dijo Caudrelier.
"Simplemente aguanté la respiración sabiendo lo cerca
que estábamos de un potencial peligro. Por suerte no llegamos a colisionar con
ella, pero estuvimos muy, muy cerca. La oscuridad era total, no había luna, y
en estas condiciones los ojos no se adaptan tan fácilmente", explicó el
patrón añadiendo que todo estaba bien a bordo a pesar de una avería eléctrica
en la quilla pivotante del VO65.
El director del equipo, Bruno Dubois, recordó una
experiencia similar que tuvo en la Whitbread Race hace años. "Estábamos
navegando entre Nueva Zelanda y Punta del Este cuando colisionamos con una
ballena y perdimos el timón. En aquella época, la clasificación de la regata se
basaba en el tiempo acumulado en cada etapa, no en puntos como sucede hoy en
día. Cuando algún accidente imprevisible, como la colisión con una ballena,
sucedía durante la regata era devastador para cualquier equipo".
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| © DongFeng Race Team |
Los regatistas chinos a bordo están demostrando su verdadero
valor y determinación. "Estoy especialmente contento con el rendimiento de
Kong, considerando que dispuso de menos tiempo de entrenamiento que los otros
regatistas chinos. Ha demostrado su coraje y su fuerza en las últimas 24 horas
y estoy muy impresionado con el", comentó Caudrelier.
Mientras tanto, la decepción está surgiendo a bordo debido a
la variación en la posición del sistema de altas presiones que tenían delante.
"Intentamos atravesar el frente pero el viento del oeste desapareció. Tuvimos
vientos muy flojos durante todo el día de ayer y durante la noche entraron
chubascos y el viento pasó de los 10 a los 40 nudos en apenas unos
minutos", añadió.
"Uno de los mayores desafíos en una travesía
transatlántica, a parte de la colisión con una ballena, es la cuestión del
clima y los problemas técnicos. En el fin de semana la tripulación se enfrentó
a vientos de 45 nudos que si llegamos a estar en el centro de la depresión eran
de 60 nudos. El Volvo Ocean 65 es capaz de soportar este tipo de viento, pero
los vientos fuertes acaban por agravar los problemas a bordo, solo una cosa mal
hecha y el equipo puede estar metido en problemas muy serios", explicó el
responsable técnico Neil Graham.
Saludos y buenos vientos
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