viernes, 28 de febrero de 2014

Barcelona World Race 2014-2015.- El regreso de Guillermo Altadill.

Guillermo Altadill: “Navegar a dos es como un matrimonio: no se trata de quién decide, sino de quién cede”

El navegante español más rápido en el oceáno de todos los tiempos regresa al gran reto que tiene pendiente: de Barcelona a Barcelona, por los tres cabos. Lo hará con el chileno José Muñoz y con Neutrogena, un patrocinador plenamente involucrado en mayor reto humano que existe en el mar. El equipo está entrenando en Gosport y tiene por delante un largo e intenso plan de preparación.


Guillero Altadill © Roberto Castelli
Para un navegante barcelonés la Barcelona World Race representa un doble mito. El primero, como navegante, es competir en el mayor reto de la vela oceánica a dos; el segundo, como barcelonés, es despedir el monumento a Colón por la popa y no volverlo a ver por la proa hasta después de tres meses y haber dejado los “tres cabos” por babor. Guillermo Altadill lo sabe bien: “He competido y completado todas las vueltas al mundo que existen y la Barcelona World Race es la única que no he acabado. No sólo es una regata deportivamente muy importante, sino que nací y aprendí a navegar en Barcelona y esto significa algo muy especial.”

Para lograrlo, Guillermo navegará con José Muñoz, un compañero que, como chileno, tiene una especial relación con el mítico cabo de Hornos que, en algunos aspectos emocionales, es similar a la de un barcelonés con su ciudad en la Barcelona World Race. “A José lo hemos escogido de conformidad con todo el equipo. Para mí es una persona idónea con la que coincido en que el primer objetivo es acabar la regata - ya que para ganar simpre digo que primero hay que acabar - y con la que comparto los mismos ideales.”

Pese a su enorme experiencia oceánica, Guillermo no asume el papel de mando a bordo: “Con José nos hemos repartido áreas de responsabilidad y sa se sabe que la navegación a dos es como un matrimonio: no se trata de quién decide sino de quién cede.. [risas]”

Guillermo brilló en vela olímpica y en el circuito de cruceros hasta que llegó, en 1989, a su primera Whitbread como uno de los cañas del Fortuna Extralights. Allí comenzó su idilio con la velocidad, consiguiendo el record de 24 horas en la segunda etapa. En 1993 repitió en la regata, ya denominada Volvo Ocean Race, a bordo del Galicia Pescanova. En 2001, saltó al mundo de los multicascos gigantes a bordo del Club Med de Grant Dalton. Ganó The Race con un récord alrededor del mundo: 62 días, 6 horas y 52 minutos.

Apenas desembarcado del Club Med, Guillermo se incorporó al equipo del Assa Abloy para la Volvo Race de 2001-02. Fue su cuarta vuelta al mundo en once años. Su fama de gran caña y excepcional jefe de guardia lo llevaron a ser fichado por Steve Fossett para el proyecto del Cheyenne en 2004. Establecieron un nuevo récord en 58 días, 9 horas, 36 minutos y 42 segundos, un registro asombroso.

Su sexta vuelta al mundo fue la Volvo de 2005-06 a bordo del Ericsson, de nuevo como caña y jefe de guardia. Luego su polivalencia ganó un nuevo grado al participar en la campaña del United Internet Team Germany en la America’s Cup. A Guillermo tan sólo le faltaba lanzarse con los 60 pies IMOCA y la Barcelona World Race fue su gran oportunidad de hacerlo además por vez primera como patrón y navegando en doble, una modalidad nueva para él. La suerte no le acompañó con el Estrella Damm y, tras una dura lucha contra las averías, él y Jonathan McKee tuvieron que retirarse. Tras no ultimar su proyecto para la segunda edición, regresa ahora Barcelona World Race habiendo conseguido un segundo puesto en la Transat Jacques Vabre 2011, junto a Alex Thomson, y una trabajada victoria en IRC 3 con el Varuna en la pasada Sydney - Hobart. El 31 de diciembre volverá al puerto que la ha visto crecer con la firme resolución de no volver hasta después de haber dado la vuelta al mundo.


Saludos y buenos vientos

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