Hoy arranca la Vuelta a Asturias con el Alto de El Acebo como gran atractivo
El ovetense Samuel Sánchez aglutinará mañana todas las miradas en la línea de salida de la 53 edición de la Vuelta a Asturias, en la que la subida del viernes al Alto de El Acebo, en una jornada durísima será el gran atractivo para los aficionados.
Y es que el campeón olímpico, que sólo ha podido ser segundo en 2005 delante de su afición, parte como el gran favorito para sustituir en el palmarés de la competición a Ángel Vicioso (Andalucía CajaSur), que tendrá muy comprometido repetir cetro ante el aterrador perfil de la penúltima etapa.
Así, el viernes, la ´serpiente multicolor´ tomará la salida en la fábrica de Cafés Toscaf en Pravia para completar 180,2 kilómetros de distancia, ´engalanados´ con un puerto de primera categoría, el Pozo de las Mujeres Muertas; y dos de categoría especial, el puerto del Connio (1.315 metros), a 40 kilómetros para meta; y la ascensión final al Alto de El Acebo, con 10,6 kilómetros de subida.
Desde su cima, tan sólo quedará el trámite final hasta la llegada a Oviedo, pero previamente, los corredores habrán dejado atrás sendos finales propicios para los ´sprinters´ en Llanes y Avilés, además de una jornada ideal para las ´emboscadas´ camino de Gijón con varios puertos de segunda y tercera categoría de por medio.
Pero, será el jueves por la tarde, donde los ciclistas se jugarán también el futuro de la ronda asturiana con una contrarreloj individual de 14,2 kilómetros con salida y llegada en Castrijón.
En el esperado duelo entre ´Samu´ y Vicioso, se pueden interponer también algunos ilustres como Oscar Sevilla y Francisco Mancebo (Rock Racing) o Isidro Nozal (Liberty Seguros). Además, David Herrero (Xacobeo Galicia) tratará de cubrir con nota la ausencia por accidente doméstico de Ezequiel Mosquera (Xacobeo Galicia).
Más información, rutómetro, etc... en este enlace
Saludos y buenos vientos
El viernes 14 de junio de 1968 salió de Falmouth el Suhaili, un pequeño queche, con una figura solitaria al timón: Robin Knox-Johnston, de veintinueve años. Diez meses y medio más tarde, un Suhaili oxidado, con la pintura desconchada y las velas rasgadas y marrones, volvió triunfalmente a Falmouth. Robin Knox-Johnston se había convertido en el primer hombre que había circunnavegado el mundo en solitario y sin escalas.
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