La victoria de la sexta etapa de la Volvo Ocean Race entre Río de Janeiro y Boston ha sido para el Ericsson 4, seguido de su hermano, el Ericsson 3. Tan sólo cinco minutos después ha entrado el Telefónica Azul que cierra el podio de una etapa cargada de emoción.
Por detrás de los dos Ericsson y del Telefónica Azul, casi dos horas más tarde, ha entrado el Puma que llevaba 24 horas peleando barco contra barco contra el Telefónica Azul, pero que al final no le ha podido mantener el ritmo a los españoles.
El Green Dragon que ha sido el farolillo rojo casi toda la etapa, está a 117 millas de Boston y marca una velocidad de sólo 4,3 nudos.
El Ericsson 4 se afianza en la general
El Ericsson 4 patroneado por el brasileño Torben Grael, ha vuelto a imponerse en una etapa por tercera vez en esta regata (ganó las dos primeras etapas), por lo que afianza su liderato en la tabla general, al cruzar la línea de llegada en Boston a las 23:05 hora española, o lo que es lo mismo, tras invertir 15 días, 10 horas, 30 minutos y 54 segundos en recorrer las 4.900 millas náuticas que separan Río de Janeiro de Boston.
Torben Grael dijo al llegar: “Es una sensación fantástica. Creo que ha sido una etapa muy buena. Siempre hemos estado muy cerca de los otros barcos. Creo que fue muy importante cuando trasluchamos hace unos días. Después de todo no había muchas opciones, simplemente pudimos mantener el frente, que no es fácil.”
”Incluso al final, cuando parecía que estaba todo bien, el viento ha bajado mucho, con el viento de mar luchando contra el viento de tierra. Ha sido un trabajo muy duro, pero un resultado excelente para nosotros. No podía haber sido mejor. Es un paso más hacia nuestro objetivo. Normalmente las regatas en Estados Unidos me traen suerte, esta es una más.”
El navegante del equipo, el británico Jules Salter, añadió: “Ha sido un trabajo muy duro, probablemente el más duro, pero hemos tenido mucha suerte con esta victoria. La gente habla sobre estrategia y leer libros, pero al final yo creo que se trata de suerte. Sabemos que nuestras velas y nuestra tripulación son buenas, pero nunca estuvimos seguros hasta que no cruzamos la línea de llegada. He dormido media hora en las últimas 24 horas, y toda la etapa ha sido un poco así.”
El Ericsson 3 segundo......por los pelos
El Ericsson 3 ha entrado sólo doce minutos después del Ericsson 4 y 5 minutos por delante del Telefónica Azul. Los dos Ericsson obtuvieron el mismo resultado, sólo que invertido (el 3 fue primero y el 4 segundo) en la anterior etapa.
El barco que patronea Magnus Olsson ha protagonizado una encarnizada lucha en las últimas millas contra el Telefónica Azul por la segunda plaza. Tras estar casi 16 días navegando y 4.900 millas, la llegada ha sido de infarto ya que sólo 5 minutos han separado a estos dos barcos.
Olsson, que sufrió un accidente contra uno de los pedestales al ser barrido por una ola el sexto día, se mostraba entusiasmado: “Por supuesto que estamos muy contentos. Mi espalda no está demasiado mal, al principio dolía mucho, pero la tripulación hizo todo el trabajo. El Telefónica Azul estaba recuperando terreno desde atrás y seguimos vigilándolos. Tuvimos nuestros problemas y el Ericsson 4 no tenía potabilizadora, pero no les hubiéramos ganado tampoco, quizás la próxima vez,” añadió.
Agridulce tercer puesto para los chicos del Telefónica Azul....
El Telefónica Azul estuvo liderando la etapa con una ventaja superior a las 100 millas sobre el segundo y sólo fue en los últimos días cuando los hermanos Ericsson tomaron la delantera, junto con un Puma que también ha plantado batalla hasta prácticamente la llegada.
Al final, el equipo español, que ganó la meta volante de Fernando de Noronha en esta etapa y que se coloca segundo en la clasificación general, tras invertir 15 días, 3 horas, 23 minutos y 2 segundos en completar el recorrido, fue tercero en la etapa,
Un aliviado Bouwe Bekking comentó al terminar terceros: “Hemos tenido una recuperación muy buena tras dos días horribles. Haber pasado al Puma y casi alcanzar al Ericsson ha sido genial. Ha sido fantástico y es muy agradable estar de vuelta aquí. Hemos tenido varios sustos, pero el final ha sido muy bueno.”
Pablo Arrarte comentó también al llegar a Boston: “La primera parte ha sido genial, con una buen ventaja en Noronha, pero los momentos claves –con la trasluchada y las viradas- no han salido todo lo bien que esperábamos. Ha sido muy complicado y nos dio un poco de bajón, al final nos hemos quedado demasiado cerca del primero y del segundo, con lo que nos hemos quedado un poco desmoralizado pero cierto es que esta mañana íbamos 4 y hemos conseguido pasar al Puma.”
“La perdida de tantas millas ha sido dolorosa. Las primera millas entendíamos que las íbamos a perder porque los de atrás venían con más viento”, añadía el cantabro, “pero cuando ves que te empiezan a coger más millas de las debidas te empiezas a volver loco y empiezas a pensar que el barco tiene algún problema. Quizás eso nos forzó a trasluchar antes de lo debido.”
Jordi Calafat también comentó sobre la etapa: “Hasta Fernando de Noronha navegamos muy bien y tuvimos mucha suerte con un chubasco que entró, hubo un corte en la flota que nos benefició muchísimo. Luego no fueron nuestras condiciones pero también arriesgamos un poco en nuestras decisiones y lo pagamos, a veces pasa, y se nos complicó la etapa. ”
“Suerte que hoy hemos navegado bien en un barco contra barco con Puma y les hemos pasado, por lo que nos queda mejor sabor de boca.”
El equipo local, el Puma se quedó con la cuarta plaza....
El barco que patronea Ken Read ha tenido que conformarse con la cuarta plaza, una decepción seguro, ya que Boston representa su puerto base. El Puma ha mantenido una cerrada lucha hasta el final con el Telefónica Azul, pero los españoles han sabido rentabilizar mejor el poco viento y le han sacado casi dos horas a los norteamericanos. El Puma ha invertido 15 días, 5 horas, 12 minutos y 42 segundos.
Ken Read se mostró encantado de llegar a su ciudad, donde una multitud esperaba a Il Mostro para dar la bienvenida a su equipo. “Es genial estar en casa. No es exactamente el resultado que queríamos, pero es magnífico estar aquí.”
Sobre la etapa, Read comentó: “Parece como si nada nos saliera bien. Ojalá pudiera decir que era el barco, pero no paramos de equivocarnos en pequeñas cosas. Ha sido una de esas etapas, pero ahora lo que queremos es estar con la familia y los amigos.”
Shannon Falcone, tripulante del Puma, se sentía contento de estar en Boston: “Estar aquí es ya una buena noticia, para nosotros ésta es nuestra ciudad sede por lo que pensamos que ésta va a ser la mejor de las paradas de la regata. Como hemos visto en la llegada hay mucha gente con ganas de festejar.”
”La últimas 24 horas las hemos pasado sin dormir y con todas las condiciones que te puedes imaginar, con viento y luego sin viento, prácticamente aparcados. Los Azules han hecho un trabajo excepcional, esta mañana estaban con nosotros y ahora parece que han entrado junto con los Ericsson.”
”Anoche los estábamos viendo, con la niebla veíamos las luces y les pasamos por barlovento, pero es que siempre es igual, las últimas 24 horas son siempre lo mismo, tienes que estar al 100% y darlo todo.”
El telefónica Negro quinto con tan solo 22 minutos de ventaja sobre el delta Lloyd.
El Telefónica Negro de Fernando Echávarri ha cruzado a las 09:48:15 GMT del día 27 de abril la línea de llegada de la sexta etapa, mientras que el Delta Lloyd de Bermudez de Castro lo hacia apenas 22 minutos después.
Si la regata entre los tres primeros barcos ha sido de infarto, con tan sólo 5 minutos entre el Ericsson 3 de Olsson y el Telefónica Azul de Bekking, la titánica lucha entre el Delta Lloyd del gallego Chuny Bermúdez de Castro y el Telefónica Negro del santanderino Fernando Echávarri ha tenido a toda la afición en tensión desde las 100 últimas millas y hasta el final.
Los del Chuny Bermúdez de Castro, patrón del Volvo Open 70 holandés Delta Lloyd, un barco de la pasada edición de la Volvo Ocean Race, han ejecutado una magnífica regata que tomó forma al cruzar la meta volante de Fernando de Noronha en tercera posición.
Por su parte los de Echavarri en el Telefónica Negro han sufrido las consecuencias de tener que navegar con un tripulante menos, tras haber tenido que evacuar a Mike Pammenter al poco de salir de Rio de Janeiro por una lesión en su tobillo.
Las 100 últimas millas de cuerpo a cuerpo entre el multivueltamundista gallego y el campeón olímpico Echávarri han sido de verdadero infarto, una lucha de titanes en la que se han llegado a invertir las posiciones de ambos en alguna ocasión y en la que se han sacado chispas a las embarcaciones por arañar metros.
Tras sobrepasar el extremo Norte de la zona de exclusión que marca el Santuario de Ballenas de Bostón, el Delta Lloyd optó por acercarse a tierra en vez de bajar a rumbo directo hacia la línea de llegada, mientras que el Telefónica Azul aplicó una táctica más a rumbo directo. La tensión fue en aumento a partir del momento en el que el equipo que capitanea Echávarri comenzó a navegar en mejores condiciones que los de Chuny y se situó a apenas una milla de su popa.
Fernando Echavarri comentaba al llegar al pantalón: ”La verdad es que tener una persona menos a bordo ha sido difícil y obviamente repercute en el rendimiento; todos han tenido que hacer un gran esfuerzo. La última noche ha sido una dura pelea con el Delta Lloyd; al llegar al Norte de la zona de exclusión perdimos mucho, pero en el segundo waypoint las condiciones eran las ideales para nosotros y pudimos acelerar más que ellos”.
Respecto a este punto, Chuny Bermudez relataba: ”Cuando pasabamos el waypoint del Norte ellos llegaron con mas brisa de la que teníamos nosotros y les dejamos la puerta a bordo”.
El desenlace estaría al rojo vivo hasta apenas 30 millas de la llegada, cuando en condiciones de viento muy ligeras, los del Negro sobrepasaban al Delta Lloyd. Tras cerca de 120 millas de lucha codo a codo el desenlace se produjo cuando el Telefónica Negro decidió jugársela de nuevo pegándose a la zona de exclusión. A 4 millas de la llegada los de Chuny recuperaban terreno y –recortando una milla-se ponían a una escasa milla por popa de los de Echávarri.
Roberto Bermúdez de Castro alababa el buen ambiente del equipo y se mostraba contento al haber cumplido objetivos: “El ambiente a bordo ha sido fantástico, con muchas ganas de pelear hasta el final. Unas veces se gana y otras no, pero nosotros hemos cumplido nuestros tres objetivos marcados en la etapa: llegar a Boston, no despegarnos del grupo de cabeza y pelear hasta el final”
Otro de los integrantes clave del Delta Lloyd es sin duda el catalán David Pella, que además ha sido el encargado de la puesta a punto del nuevo palo del barco holandés: “Todo ha ido bien, hemos estado peleando hasta el final y con un tercero en la meta volante de Fernando de Noronha. Hemos estado en la pelea que es lo que nos habíamos planteado desde el principio; no tomar opciones arriesgadas y estar siempre en el grupo de cabeza. Hemos encontrado que con el mástil nuevo aguantábamos muy bien el Código Zero con viento y el barco era un verdadero tiro”.
El catalán finalizaba desvelando el secreto del Delta Lloyd: “El secreto de haber acabado tan bien sin duda ha sido el buen ambiente a bordo, con todos trabajando en la misma dirección y con muchas ganas por ir a tope; una gran motivación a bordo.
Emoción hasta la misma línea de llegada....
Y el Green Dragon todavía está en el agua, a 25 millas de meta; está navegando a unos 5.5 nudos de velocidad y tiene un ETA previsto para el 27/04/09 a las 14:08 hora local.
Saludos y buenos vientos....
El viernes 14 de junio de 1968 salió de Falmouth el Suhaili, un pequeño queche, con una figura solitaria al timón: Robin Knox-Johnston, de veintinueve años. Diez meses y medio más tarde, un Suhaili oxidado, con la pintura desconchada y las velas rasgadas y marrones, volvió triunfalmente a Falmouth. Robin Knox-Johnston se había convertido en el primer hombre que había circunnavegado el mundo en solitario y sin escalas.
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