Será hoy martes,
12 de noviembre a las 17:30 hora española cuando se dará la salida a la regata
Sada - Pointe a Pitre. El viento está rolando al sector norte lo que va a
permitir a los Minis navegar de su forma favorita, llevando el viento por la
aleta. Pero más importante aún es que este comienzo no habría sido posible sin
la determinación de todos los regatistas y la extraordinaria cadena de solidaridad
que se extendió ininterrumpidamente des la primera salida en Douarnenez.
¡Por fin! Por primera vez desde el 13 de octubre, el anticiclón de las Azores se ha dignado dar a un respiro a la regata y va a permitir que entren los vientos del norte en el noroeste de España. Para los Minis atracados en Sada desde el 30 de octubre y para los que navegaron en convoy entre Gijón y el puerto gallego, será el momento de hacer lo que vinieron a hacer, una regata excepcional hasta Guadalupe en el otro lado del Atlántico. Los últimos regatistas del convoy, que habían optado por esperar a que el clima mejorara en la zona, llegaron entre la noche de ayer y esta madrugada con la excepción de la estonia Jaanus Tamme que navega a bordo del Ropeye, que llegó a la final de la tarde. Las previsiones meteorológicas indican un viento sostenido del norte al noroeste el cual debería permitir a los regatistas progresar rápidamente a favor del viento. Hay una opción estratégica real para los skippers: Las rutas optimizadas ofrecen una ruta lejos de la costa y del Cabo de Finisterre pero con el riesgo de encontrarse con vientos de hasta 35 nudos. Alternativamente, se pueden seguir la ruta cerca de la costa que ofrece unas condiciones mucho más manejables. Los regatistas escogerán entre estas dos opciones en función de su estrategia, es decir, de su capacidad para desenvolverse con soltura navegado por la costa, o de su deseo de luchar con los elementos.
Un ejemplo de solidaridad.
Ayer a las 19:00 horas, los regatistas recibieron las instrucciones finales antes del gran salto. Esta es una oportunidad para hacer una última comprobación de la meteo, para revisar las condiciones para una parada técnica (no menos de 12 horas y no más de 72 horas) y para analizar por última vez el curso y la puerta puntuable de Puerto Calero, situada en frente de la ciudad de Arrecife. Si la Mini Transat se pone finalmente en marcha, en gran parte es gracias a la cadena de solidaridad que se ha formado en torno al evento. Fue gracias a los contactos mantenidos durante muchos años entre el Finisterre gallego y los organizadores del evento que la flota efectuara la parada en Sada. Del mismo modo, los vínculos que se establecieron entre Douarnenez y Gijón durante la época en que se organizaba la regata "la Barquera" entre San Vicente de la Barquera y Pornichet ayudaron para que la marinería de la Marina de Gijón se movilizara para ayudar a los casi setenta Minis que llegaron de forma inesperada a sus pantalanes. Obviamente en Puerto Calero, Lanzarote, están decepcionados por no poder dar la bienvenida a la flota, pero este hecho lo consideran solo un aplazamiento. En Guadalupe, las autoridades de Pointe à Pitre han reprogramado los festejos previstos para que el número máximo de competidores puede participar. Al navegar las 3.700 millas que les llevará a Pointe a Pitre, la flota se prepara para escribir una página nueva y única en los libros de historia de una regata que sigue siendo decididamente atípica.
¡Por fin! Por primera vez desde el 13 de octubre, el anticiclón de las Azores se ha dignado dar a un respiro a la regata y va a permitir que entren los vientos del norte en el noroeste de España. Para los Minis atracados en Sada desde el 30 de octubre y para los que navegaron en convoy entre Gijón y el puerto gallego, será el momento de hacer lo que vinieron a hacer, una regata excepcional hasta Guadalupe en el otro lado del Atlántico. Los últimos regatistas del convoy, que habían optado por esperar a que el clima mejorara en la zona, llegaron entre la noche de ayer y esta madrugada con la excepción de la estonia Jaanus Tamme que navega a bordo del Ropeye, que llegó a la final de la tarde. Las previsiones meteorológicas indican un viento sostenido del norte al noroeste el cual debería permitir a los regatistas progresar rápidamente a favor del viento. Hay una opción estratégica real para los skippers: Las rutas optimizadas ofrecen una ruta lejos de la costa y del Cabo de Finisterre pero con el riesgo de encontrarse con vientos de hasta 35 nudos. Alternativamente, se pueden seguir la ruta cerca de la costa que ofrece unas condiciones mucho más manejables. Los regatistas escogerán entre estas dos opciones en función de su estrategia, es decir, de su capacidad para desenvolverse con soltura navegado por la costa, o de su deseo de luchar con los elementos.
Un ejemplo de solidaridad.
Ayer a las 19:00 horas, los regatistas recibieron las instrucciones finales antes del gran salto. Esta es una oportunidad para hacer una última comprobación de la meteo, para revisar las condiciones para una parada técnica (no menos de 12 horas y no más de 72 horas) y para analizar por última vez el curso y la puerta puntuable de Puerto Calero, situada en frente de la ciudad de Arrecife. Si la Mini Transat se pone finalmente en marcha, en gran parte es gracias a la cadena de solidaridad que se ha formado en torno al evento. Fue gracias a los contactos mantenidos durante muchos años entre el Finisterre gallego y los organizadores del evento que la flota efectuara la parada en Sada. Del mismo modo, los vínculos que se establecieron entre Douarnenez y Gijón durante la época en que se organizaba la regata "la Barquera" entre San Vicente de la Barquera y Pornichet ayudaron para que la marinería de la Marina de Gijón se movilizara para ayudar a los casi setenta Minis que llegaron de forma inesperada a sus pantalanes. Obviamente en Puerto Calero, Lanzarote, están decepcionados por no poder dar la bienvenida a la flota, pero este hecho lo consideran solo un aplazamiento. En Guadalupe, las autoridades de Pointe à Pitre han reprogramado los festejos previstos para que el número máximo de competidores puede participar. Al navegar las 3.700 millas que les llevará a Pointe a Pitre, la flota se prepara para escribir una página nueva y única en los libros de historia de una regata que sigue siendo decididamente atípica.
Saludos y buenos vientos
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