El viernes 14 de junio de 1968 salió de Falmouth el Suhaili, un pequeño queche, con una figura solitaria al timón: Robin Knox-Johnston, de veintinueve años. Diez meses y medio más tarde, un Suhaili oxidado, con la pintura desconchada y las velas rasgadas y marrones, volvió triunfalmente a Falmouth. Robin Knox-Johnston se había convertido en el primer hombre que había circunnavegado el mundo en solitario y sin escalas.
lunes, 11 de noviembre de 2013
Minitransat 2013.- De Douarnenez a Sada, ¿una etapa? No, una epopeya
La etapa más larga jamás navegada en la historia de la Mini Transat.
30 días han transcurrido desde que esta regata teóricamente se inició en Douarnenez y la nueva fecha de inicio de Sada, lo que le dará el triste título de ser la etapa más larga jamás navegada en la historia de la Mini Transat. Han pasado ya casi treinta días de tiempos difíciles y de desgracias antes de que se pueda dar una salida satisfactoria a la regata.
En los pantalanes de Sada, los regatistas están constantemente en modo regata. Los ordenadores están funcionando a pleno rendimiento, descargados los últimos archivos climáticos y se hace un exhausto seguimiento de los análisis de los mejores expertos... Solo unos pocos regatistas quedan en el mar, el último ha abandonado la ensenada de Morás, lugar donde Jean-Pierre Dick (JP) fondeó durante la pasada edición de la Vendée Globe antes de cruzar el Golfo de Vizcaya, el cual debería llegar esta noche a Sada.
Las ventanas meteorológicas se cerraron y abandonaron a la regata.
En este momento, todo el mundo está apurando y viendo como se aproxima el final de esta larga y tensa espera. Primero fue en Douarnenez donde toco esperar una semana por un tiempo más favorable. Una espera que fue, si cabe, más indignante debido a las condiciones idílicas que reinaron en las semanas previas de preparación para la regata. Si se hubiera salido solo dos días antes, la flota pasaría el Cabo Finisterre sin problemas y luego descendería a toda velocidad hacia Lanzarote. Esto es algo que se está estudiado por parte de la organización para la próxima edición, adelantar unos días la salida si las circunstancias meteorológicas así lo permiten. En Douarnenez, el Director de la regata estaba estudiando cual sería el mejor momento para dar la salida a la flota. Cada vez que una ventana parecía abrirse, el siguiente conjunto de archivos meteorológicos decían lo contrario, echando por tierra la esperanza de encontrar el momento oportuno para zarpar.
Finalmente el 29 de octubre la regata se ponía en marcha con un viento que rolaba del oeste al noroeste de 25 nudos durante la primera noche de competición. Fue esa misma noche cuando el director de la regata observó cómo se avecinaba el rápido deterioro de las condiciones meteorológicas y decidió, tal y como se había previsto en el boletín de Instrucciones de Regata, desviar la flota hacia Sada, después de tener cubierta media cruce del Golfo de Vizcaya. Por desgracia, el mal tiempo llegó más rápido de lo esperado, y finalmente se decidió parar la regata y avisar a los regatistas para que pusieran rumbo hacia Gijón, donde reinaban mejores condiciones meteorológicas.
Un navegación en convoy muy complicada.
Todos estaban esperando, una vez más, en el puerto asturiano de Gijón, esta vez para unirse a los primeros regatistas que habían buscado refugio en Sada. A pesar del pequeño número de barcos en Sada, era más lógico que la flota se reagrupara en el puerto gallego. Hacer que los 5 barcos que entraron en Sada navegaran hasta Gijón haría que esta regata se convirtiera en una ruleta rusa, rozando el peligro constante debido a las duras condiciones que tenían encima. Y si a eso, le sumamos la frustración por no poder establecer una clasificación final de la etapa, la regata se convertiría en algo inútil considerando que el objetivo final era alcanzar la ruta más corta posible para pasar el Cabo Finisterre. Los regatistas estaban de arribada en Gijón y ahora era necesario encontrar una manera de salir en convoy. El regreso hacia el oeste no iba a ser un paseo de rosas: los pasos de la Estaca de Bares y del Cabo Ortegal fueron caóticos, con mares embravecidos y vientos de hasta 40 nudos. Muchos regatistas admitieron que esta era la primera vez que se enfrentaban a unas condiciones tan difíciles navegando.
Ahora, toda la pequeña gran familia, o casi, están reunidos en Sada para hacer, de nuevo, la salida de la Mini Transat Douarnenez-Pointe a Pitre. Hoy lunes, los vientos rolaran a norte. La flota finalmente podrá conocer la embriaguez de navegar cabalgando en las olas descendiendo la costa de España y Portugal.
Después de unos días duros, toca cobrar la recompensa. La flota está a D - 1 día, 02:46:07 para la salida
Saludos y buenos vientos
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