El regreso ha sido "complicado", sobre todo por tener que domar un barco con un sólo timón "porque el barco no va muy estable". Además, "anímicamente no estaba muy bien, aunque a medida que me iba acercando a casa estaba mejor de ánimo", explica.
Su intención no era la de parar hasta A Coruña, pero finalmente, "vimos que se preveían vientos del nordeste en la zona de Fisterra y también enganchamos algo, una red creo, en la orza y tuvimos que parar aquí". Dudó entre Marina Davila Sport, en Vigo, donde ha parado en varias ocasiones, o el Monte Real, pero "para ir para el norte nos viene mejor, damos menos vuelta".
Ahora ya no se tortura con la idea de qué hubiera podido hacer para evitar este desenlace. "Siempre digo que hemos cometido un error, pero hemos hecho dos mil cosas bien. Pudimos haber dedicado más tiempo a algunas cosas y nos hubiera saltado el gato por otro lado. Es complicado, se va muy rápido. El barco ha navegado muy bien y sólo ha fallado un elemento básico que no tenía solución y hay que asimilarlo."
Para Basurko, "estar en la salida de la Vendée Globe ya es un éxito porque es muy complicado poner en marcha un proyecto de esta magnitud. Nunca olvido que al fin y al cabo de toda España soy el único que ha podido mear a barlovento, por haber podido navegar los cabos más australes en solitario y nadie más lo puede decir y es algo que en estos cinco años de proyecto nadie me lo quita".
Ahora, piensa en un merecido descanso, porque "han sido 80.000 millas navegadas y mucho trabajo", pero asegura que "seguiremos navegando. Tengo claro que va a continuar mi buena relación con el mar, con el océano". Ahora no quiere adelantar nada, pero asegura que esto es sólo "un punto y aparte de su proyecto, pero no un punto final", y aunque no da detalles sí que confiesa muy misteriosos que "algo ya se está cocinando".
El navegante vasco ha vivido una experiencia decepcionante en lo deportivo pero muy gratificante en lo personal. "Siempre se aprende algo. Sobre todo en los malos momento. La humildad ha sido importante en este caso, y el adaptarse a las circunstancias. Yo creo que el ser humano estamos aquí, bien o mal, porque hemos sabido evolucionar respecto a los acontecimientos y eso es lo que he hecho en el barco: adaptarme a las circunstancias".
Su intención no era la de parar hasta A Coruña, pero finalmente, "vimos que se preveían vientos del nordeste en la zona de Fisterra y también enganchamos algo, una red creo, en la orza y tuvimos que parar aquí". Dudó entre Marina Davila Sport, en Vigo, donde ha parado en varias ocasiones, o el Monte Real, pero "para ir para el norte nos viene mejor, damos menos vuelta".
Ahora ya no se tortura con la idea de qué hubiera podido hacer para evitar este desenlace. "Siempre digo que hemos cometido un error, pero hemos hecho dos mil cosas bien. Pudimos haber dedicado más tiempo a algunas cosas y nos hubiera saltado el gato por otro lado. Es complicado, se va muy rápido. El barco ha navegado muy bien y sólo ha fallado un elemento básico que no tenía solución y hay que asimilarlo."
Para Basurko, "estar en la salida de la Vendée Globe ya es un éxito porque es muy complicado poner en marcha un proyecto de esta magnitud. Nunca olvido que al fin y al cabo de toda España soy el único que ha podido mear a barlovento, por haber podido navegar los cabos más australes en solitario y nadie más lo puede decir y es algo que en estos cinco años de proyecto nadie me lo quita".
Ahora, piensa en un merecido descanso, porque "han sido 80.000 millas navegadas y mucho trabajo", pero asegura que "seguiremos navegando. Tengo claro que va a continuar mi buena relación con el mar, con el océano". Ahora no quiere adelantar nada, pero asegura que esto es sólo "un punto y aparte de su proyecto, pero no un punto final", y aunque no da detalles sí que confiesa muy misteriosos que "algo ya se está cocinando".
El navegante vasco ha vivido una experiencia decepcionante en lo deportivo pero muy gratificante en lo personal. "Siempre se aprende algo. Sobre todo en los malos momento. La humildad ha sido importante en este caso, y el adaptarse a las circunstancias. Yo creo que el ser humano estamos aquí, bien o mal, porque hemos sabido evolucionar respecto a los acontecimientos y eso es lo que he hecho en el barco: adaptarme a las circunstancias".
Saludos y buenos vientos
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