Cargando Los Cañones.
Los participantes de la Vuelta a España a Vela aprovecharon el día en Sanxenxo para reparar los barcos. Fueron tres etapas duras y consecutivas que dejaron algunas heridas en los barcos, pero los "cirujanos" también han de prepararlos para la cuarta etapa.
La estancia en Sanxenxo está siendo muy reparadora para los equipos de la Vuelta a España a Vela. Además del necesario descanso, tras las tres etapas encadenadas y disputadas en duras condiciones, el buen clima está resultando un bálsamo para tripulantes y barcos. Hay que curar heridas y empezar a preparar la artillería para la cuarta etapa, la “etapa reina” de esta Vuelta a España a Vela por su mayor distancia y dificultad técnica.
La cubierta de los barcos y los pantalanes del Puerto Deportivo de Sanxenxo parecían un colorido, surtido y ordenado mercadillo. No se trataba de comprar o vender, si no de poder secar las velas, los cabos e incluso la ropa técnica que emplean los regatistas para protegerse de los abundantes rociones que bañan estos barcos, de la lluvia que les acompaño durante prácticamente toda su navegación por el Mar Cantábrico. También había que vaciar el interior de los IMOCA Open 60 para secarlos bien y reducir la extrema humedad de días anteriores.
La actividad no ha cesado a lo largo de la jornada de ayer, y en todos los barcos se han necesitado herramientas. Algunas simplemente para reapretar un tornillo, en otros para desmontar y reparar los motores auxiliares. Incluso la bondad del tiempo ha permitido realizar pequeños trabajos con fibra de carbono, como reparar la sujeción del radar en el mástil.
Aún era pronto para trabajar con la meteorología y la estrategia de la siguiente etapa, pues la fiabilidad de los partes meteorológicos es mayor cuanto menos días faltan. Pero algo parece seguro, con las reservas que exigen estos temas: la flota bajará toda la costa portuguesa con vientos favorables… Del resto mejor esperar a mañana para lanzar las campanas al vuelo.
A lo largo de la mañana de ayer se sucedían las visitas escolares, organizadas por el Patronato de Turismo de las Rias Baixas. Los niños paseaban por el puerto, y en grupos organizados han podido bajar a los pantalanes. Los más atrevidos eran recibidos de buen grado a bordo de algunos barcos, para deleite de los chavales. Seguro que se han llevado una sorpresa viviendo de cerca como son estos bólidos oceánicos.
Ya a mediodía, había una rueda de prensa en las instalaciones del Real Club Náutico de Sanxenxo, que ejerce de anfitrión en esta Vuelta a España a Vela. Los patrones contestaban las preguntas de los medios de comunicación, explicando las conclusiones y experiencias vividas a lo largo de la primera fase, que ha incluido las etapas Hondarribia-Santander, Santander-Gijón y Gijón-Sanxenxo. Una primera fase que han dominado los dos equipos franceses Safran y PRB. Marc Guillemot se ha anotado la primera y la tercera etapa, además de la bonificación otorgada al paso por Finisterre, mientras que Vincent Riou se mantiene segundo de la tabla provisional tras anotarse la etapa Santander-Gijón y secundar a Guillemot en las dos restantes.
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Saludos y buenos vientos
El viernes 14 de junio de 1968 salió de Falmouth el Suhaili, un pequeño queche, con una figura solitaria al timón: Robin Knox-Johnston, de veintinueve años. Diez meses y medio más tarde, un Suhaili oxidado, con la pintura desconchada y las velas rasgadas y marrones, volvió triunfalmente a Falmouth. Robin Knox-Johnston se había convertido en el primer hombre que había circunnavegado el mundo en solitario y sin escalas.
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