Barcelona World Race 2010.- "Dejamos alto el nombre de Asturias".

"No somos los únicos que no acabamos, pero sí los únicos que han luchado tanto", dicen Palacio y Merediz tras la Barcelona World Race.

"Sois la leche". Con pancartas con este lema recibieron familiares y amigos a Fran Palacio y Juan Merediz ayer en el aeropuerto de Asturias. Los dos patrones gijoneses salieron de Barcelona el 31 de diciembre en el Central Lechera Asturiana para dar la vuelta al mundo y ayer llegaban al Principado tras tener que abandonar el 14 de abril.

"Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Hicimos todo lo posible y hemos tenido la suerte de contar con el mejor equipo, los mejores fans y el mejor patrocinador", decía Merediz, aún anonadado por el recibimiento. Su compañero, el más joven de la Barcelona World Race, de 27 años, reconocía que sí les quedaba una espinita clavada: "Este recibimiento tenía que haber sido en Barcelona", salida y llegada de la regata.“Hemos hecho todo lo posible por llegar, hemos luchado hasta el final, pero no ha podido ser”, explicó Merediz, que añadió que “hemos tenido a los mejores fans y a los mejores patrocinadores”.

Merendiz y Palacio a su llegada al aeropuerto de Asturias © Fernando robles

A pesar de no haber culminado la competición, Merediz y Palacio lucían una enorme sonrisa, la misma que han sabido mantener a pesar de las adversidades a las que tuvieron que hacer frente. Y es que les ha pasado de todo. Además de sufrir la rotura del mástil, de una jarcia y de la cuaderna, vivieron de cerca el terremoto de Nueva Zelanda y la alerta por el tsunami que asoló Japón, sin olvidar una total ausencia de viento al inicio de la regata. "Y eso no es todo, cuando llegábamos a Tauranga, después de la última avería, vimos una isla echando humo. Y era un volcán que humeaba. No nos lo podíamos creer. Hemos vivido de todo", apostillaba Palacio.

Ambos destacaban la suerte de haber podido disfrutar de una regata extrema. "Lo importante es que hemos dejado alto el nombre de Asturias", remarcaba Merediz.

El invierno austral

No en vano, el dúo gijonés no se rindió hasta que el invierno austral se interpuso en su camino. Así, el equipo Central Lechera Asturiana después de pasar una veintena de días en Wellington reparando el mástil, partido en dos en el mar de Tasmania, antes de retomar la regata y sufrir la rotura de la cuaderna, decidía, de regreso a Nueva Zelanda, tras 14 días de navegación intensa con el barco averiado, no continuar.

"No somos los únicos que no hemos llegado, pero sí los únicos que hemos peleado tanto en la adversidad", incidía Merediz. "Nuestro estilo ha sido el de la ilusión, el de pelear siempre con una sonrisa en la boca. Cuando estábamos navegando en el Central, no había rotura que nos hiciera parar", añadía Palacio, quien piensa ya en la Volvo Ocean Race. Su compañero de aventura prepara una vuelta al mundo en solitario, para dentro de 19 meses.

A buen seguro que ambos regatistas podrán seguir cumpliendo sus sueños y seguir surcando los mares de medio mundo. Una cosa está clara: por ganas e ilusión, no será.

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