Renee Groeneveld, Ekaterina Eskudina y Silvia Roca las posibles candidatas junto a Echegoyen para semifinales.
Gran jornada para la gallega Támara Echegoyen al ganar todos sus enfrentamientos.
Sólo restan 9 match de los 66 programados para completar el Roun Robind.
Gran jornada para los intereses del equipo de Támara Echegoyen en el Campeonato de España de Match Race Femenino que se celebra hasta el sábado en aguas de la Ría de Arousa.
El segundo día de la regata amaneció con la incertidumbre en el Comité de la posible irregularidad meteorológica, con una componente que habría de variar a lo largo del día. A pesar de los temores, el viento se comportó y ofreció en la mañana una virazón estable con 13 nudos del 40, es decir, nordeste. A partir del mediodía se fue desplazando hacia la izquierda, hasta el 35-30, finalizando la tarde en un 260, con 8 nudos de viento de mar, del suroeste.
Después de los 30 match completados el miércoles, el día de ayer se presentaba lleno de retos, intentar igualar el mismo ritmo de Flights. Hasta 27 enfrentamientos se validaron, restando sólo para mañana viernes 9, para dar paso a continuación a las semifinales.
Tras los resultados obtenidos en el agua, la pontevedresa Támara Echegoyen, que forma equipo con la coruñesa Sofía Toro y la asturiana Ángela Pumariega, ha sido la mejor baza española, ganando todos sus match.
Menos Fortuna ha tenido Marga Cameselle, que navega con la catalana Sandra Azón y la asturiana Graciela Pisonero. El equipo repartió a medias sus éxitos y sus derrotas.
El equipo de la catalana Silvia Roca, en el que navega la regatista de Sanxenxo, Lara Cacabelos, y la canaria, Eva González, se vislumbra como otro de los representantes a estar en semifinales, un espacio que tendrá que compartir con la holandesa Rene Groeneveld y la rusa Ekaterina Skudina, que están dejando bien clara su reputación. No en vano la soviética es la actual campeona de Europa de la especialidad.
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Saludos y buenos vientos
El viernes 14 de junio de 1968 salió de Falmouth el Suhaili, un pequeño queche, con una figura solitaria al timón: Robin Knox-Johnston, de veintinueve años. Diez meses y medio más tarde, un Suhaili oxidado, con la pintura desconchada y las velas rasgadas y marrones, volvió triunfalmente a Falmouth. Robin Knox-Johnston se había convertido en el primer hombre que había circunnavegado el mundo en solitario y sin escalas.
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