viernes, 15 de junio de 2012

Volvo Ocean Race 2011/12.- Se acabaron las opciones de victoria para el Telefónica

El Telefónica rompe su segundo timón.

Las esperanzas de victoria de Team Telefónica se han topado con la rotura de su segundo timón, que ha obligado al equipo de Iker Martínez a reducir dramáticamente la velocidad en las millas finales a Lorient.

La trasluchada resultó letal para el barco de Iker Martínez, que dañaba en el proceso también su timón de babor.


A primera hora de la noche, el Telefónica era el primero en trasluchar rumbo a Francia, liderando al Groupama por poco más de una milla. Una magnífica recuperación después de haber perdido horas antes el timón de estribor y haber montado el de emergencia en casi 25 nudos de viento. Pero esa trasluchada iba a resultar letal para el barco de Iker Martínez, que dañaba en el proceso también su timón de babor.


Timón de estribor del Telefónica © María Muíña / Team Telefónica

“La situación a bordo es normal”, reconoce desde a bordo el patrón vasco. “Pero tenemos que navegar con muchísimo cuidado, porque sólo tenemos un timón y está dañado. Un día triste hoy para el Telefónica, y mañana, mi cumpleaños... ¡Qué oportuno! Me pido de regalo que estemos en tierra todos bien”.

A las 05:00h de la madrugada, el Telefónica navega rumbo a Lorient en quinta posición y a casi 50 millas del líder Groupama, al que restan poco menos de 200 millas para anotarse la victoria de la Etapa 8. En segunda posición navega el CAMPER, a 18,5 millas del líder, seguido por el PUMA a 25,6 millas y el Abu Dhabi a 26,3 millas. El Sanya se encuentra a 117,3 millas del líder.


Las condiciones en las que navega la flota son de vientos medios en el entorno de los 30 nudos, con rachas de 37 y olas de tres metros.  

Iker lo explica

Iker Martínez explica cómo perdían su segundo timón cuando lideraban la provisional de la Etapa 8 tras una espectacular remontada en mitad de la borrasca. Mañana es su cumpleaños.

"Hola a todos. Son la 01:30h hora española del viernes, día 15 de junio. Navegamos sin problemas rumbo a Lorient, a unos 12 nudos de velocidad.

La situación a bordo es normal pero tenemos que tener mucho cuidado ya que sólo tenemos un timón y está dañado. Afortunadamente el timón que podemos utilizar es el de babor, el que nos hace falta para poder navegar hacia Lorient amurados a estribor.

Hoy por la tarde rompíamos el timón de estribor, algo que a mí personalmente no me había ocurrido nunca. Pudimos cambiarlo por el de emergencia con bastante rapidez y así podíamos volver a navegar habiendo perdido sólo 11 millas.

Antes de anochecer ya habíamos pasado a Groupama y liderábamos la clasificación, pero la decisión más difícil quedaba pendiente: la última trasluchada hacia Francia. Aquellos que trasluchasen pronto, tendrían el role al morro en el futuro y pagarían caro el tener que trasluchar más tarde. Aquellos que lo hiciesen tarde podrían tener que navegar con viento muy fuerte y haciendo muchas millas extras.

Trasluchamos en el lugar que creímos oportuno (mañana veremos si era el correcto), luego veríamos que éramos los primeros en trasluchar, ya navegando rumbo a Lorient con Groupama en la popa. En ese tramo se dañaba el timón de babor y se rompía el timón de estribor en la bajada de una ola.

Lo más raro es que en ese momento navegábamos con un aparejo muy seguro. Había de 30 a 40 nudos de viento y habíamos decidido pasar la noche con un foque pequeño en la proa y la mayor arriba, algo no especialmente rápido pero muy seguro con condiciones duras.

Sin un timón, el bajar la mayor ha sido una aventura y en el proceso los sables de la mayor se han roto… Más complicaciones...

El caso es que ya está todo en su sitio y todos estamos bien. El ánimo a bordo es todo lo bueno que podría serlo en estas circunstancias, acabamos de perder todas nuestras oportunidades de ganar la vuelta al mundo. Más de dos años de trabajo se han esfumado en pocos minutos, qué desastre. Me conformo con que lleguemos bien sin más complicaciones.

Me sale del corazón pedir disculpas a  nuestros patrocinadores y más concretamente a Pedro Campos, que ha sido capaz de arriesgar muchísimo para poder darnos los recursos y el tiempo necesario para poder correr esta regata. Creo que sólo me tranquiliza un poco el saber que he dado mi cien por cien durante estos dos años.

Es la primera vez que me pasa algo así y creo que será difícil de asimilar, pero de eso me tendré que preocupar una vez hayamos llegado todos a tierra y estemos sin ningún riesgo.

Poco más puedo decir por ahora. Un día triste hoy para el Telefónica, y mañana, mi cumpleaños. Qué oportuno. Me pido de regalo que estemos en tierra todos bien.

Un saludo a todos. Iker".


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Saludos y buenos vientos

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