miércoles, 20 de junio de 2012

Volvo Ocean Race 2011/12.- Entrevista a Iker Martínez, patrón del Team Telefónica

Si algo caracteriza al patrón Iker Martínez, es su honestidad. 

Entrevista de Jaume Soler para mundodeportivo.com

Repasamos con él los puntos clave de la pasada etapa, entre Lisboa y Lorient, 1.940 millas que marcan un antes y un después en la Volvo Ocean Race 2011-2012. Un punto de inflexión de una regata que todavía no ha terminado y en la que el equipo español mantendrá su espíritu de lucha hasta el final.  


Iker Martínez © Ian Roman/Volvo Ocean Race

Salieron de Lisboa con el cuchillo entre los dientes...

La etapa ocho era una etapa importante para nosotros. Ya en Europa, había que pelear por el resultado final. Teníamos que conseguir estar cerca de “Groupama”, nuestra idea era estar con ellos y hacer todo lo posible por ganarles para llegar aquí casi en igualdad de puntos y poder pelear en la última etapa la competición por la victoria final.

 ¿Qué condiciones esperaban para la etapa y cómo de acertadas fueron sus previsiones?


Ésta era una etapa que teníamos que navegar a tope, rápido. Vimos desde el principio que los partes meteorológicos, siendo una etapa tan corta, eran bastante aproximados. Nos daban un comienzo de etapa con rumbos de través relativamente rápidos, probablemente en algunas condiciones en las que “Groupama” va bastante bien. Luego había que pasar una zona de poco viento, las Azores, y un final con vientos duros. Siempre quisimos estar delante en Azores porque pensamos que quien estuviese delante ahí tendría una gran ventaja y así fue.

 
De nuevo, una dura pelea con “Groupama”...


Durante esta etapa, durante toda la regata, hemos tenido una pelea intensa con “Groupama”. Tiene una tripulación que obviamente sabe muy bien cómo navegar en el océano y un barco que ha demostrado ser muy rápido. Hemos tenido momentos muy bonitos en una pelea cerrada con “Groupama”. He disfrutado mucho navegando contra ellos porque somos todos latinos y es más fácil llevarnos bien. Entre nosotros nos tenemos mucho respeto.

 
¿Cuál fue uno de los momentos más complicados de la etapa a nivel de estrategia?


Cuándo afrontar la virada para poder pasar Azores. Sabíamos que era muy probable que el viento rolase mucho a la izquierda, pero ese cambio de dirección no llegaba. Estábamos en una zona de muy poquito viento y el que virase muy temprano podía llegar a un sitio con muy poca presión, mientras que aquel que virase muy tarde podía hacer muchas más millas. Nosotros lo hicimos cuando creíamos que era el momento conveniente y fue todo un éxito porque conseguimos volver a pasar a “Groupama” y, sobre todo, salir delante de Azores, que siempre pensamos que sería esa gran ventaja y luego así lo fue.

 
Pasadas las Azores comenzó el mal tiempo. Hemos visto imágenes que cortan la respiración, con mucha agua en cubierta y olas muy grandes, ¿nada que envidiar al océano Sur?


Llegó un momento en el que las condiciones ya eran bastante duras, sobre todo hubo un cambio en las olas, pasando éstas a ser bastante grandes por lo que todo se complica un poco, pero íbamos todos navegando con velas de popa relativamente pequeñas. Nuestro barco iba realmente bien, te permite ir rápido, la sensación siempre ha sido de seguridad. Luego, el Golfo de Vizcaya es un sitio complicado en el que a veces hay condiciones muy duras. Tanto Groupama como nosotros estábamos en un lugar y condiciones conocidas, y tal vez por eso teníamos también una pequeña ventaja para poder ir más rápido que los demás. Las olas eran grandes, había mucho viento, pero siempre te da un poco de confianza estar en un sitio donde has entrenado y has visto esas condiciones muchas veces, tal vez por eso nos encontrábamos más o menos a gusto.

 
Y de repente se rompió un timón, ¿qué fue exactamente lo que sucedió?


Era algo que a mí no me había ocurrido nunca, y a casi todos los que estábamos en el barco tampoco. Se rompió el timón de sotavento y el barco siguió recto y nos acabamos yendo de orzada. Bajamos las velas, trasluchamos, escoramos mucho el barco, sacamos la pieza que quedaba del timón roto y preparamos el sistema para meter el timón de respeto. Volver a navegar después de haber tenido ese jaleo siempre cuesta un poco, pero creo que nos volvimos a poner al cien por cien rápidamente. Teníamos mucha regata por delante, olvidamos por completo todo el lío que habíamos tenido y nos enfocamos otra vez en la regata.


¿Cómo lograron volver a liderar la regata?

Lo que creo que ocurrió en realidad es que después de romper el timón navegamos normal y los otros barcos pasaron a navegar en un modo demasiado conservador. Nosotros navegamos el barco como había que hacerlo en esas condiciones, simplemente les cogimos y les pasamos sin asumir muchos riesgos. Íbamos navegando normal en condiciones de viento muy duro y realmente estábamos yendo mucho más rápido que los demás, así que no entendíamos muy bien qué estaba ocurriendo, pero ahí seguimos.

 
 Otro de los momentos cruciales de la etapa, a nivel táctico, era en qué momento trasluchar para poner ya rumbo a Lorient. Ustedes fueron los primeros en hacerlo ¿cómo y por qué tomaron esa decisión?


Era una opción táctica muy difícil. Nosotros tomamos nuestra decisión, trasluchamos donde creímos que había que hacerlo y “Groupama” obviamente volvió a hacer lo que tenía que hacer: trasluchar con nosotros, y ahí seguimos navegando de popa amurados a estribor rumbo a Lorient y ya sólo quedaba una noche de navegación. Ahí ya pasamos a jugarnos la etapa y la regata con “Groupama”. Sabíamos que era así y por eso pusimos tanto hincapié en ir rápidos pero en no estropear nada.

 
Después sucedió la rotura del segundo timón…


Sí, estábamos navegando con el barco muy plano para ir bajos, no tener problemas. En ese momento un timón se rompió y al perder el de barlovento perdimos el control del barco por completo y luego con el tiempo éste se acabó yendo de arribada. La primera vez que se rompió el timón yo llevaba el barco, la segunda vez era Neal y realmente no pudo hacer nada por evitarlo, simplemente el barco va a donde quiere ir. Es una situación un poco brusca. El barco estaba totalmente girado con el mástil tocando el agua, pero creo que todos reaccionamos muy bien y afortunadamente nadie sufría ningún peligro.

 
¿Cómo reaccionaron a partir de ese momento?


Cuando conseguimos arribar, bajar las velas, trasluchar y ponernos a hacer rumbo a Lorient otra vez pues habrían pasado unas dos horas. Ahí tuvimos que decidir el ir bastante más tranquilos porque sólo nos quedaba un timón y porque parecía que el que nos quedaba también había sufrido daños. Perder la timonería por completo en ese lugar podría ser muy arriesgado y no estábamos dispuestos a tomar el riesgo por las personas. Tuvimos que ir un poco más tranquilos y pensar que la llegada hacía Lorient sería un poco más de crucero. Era básicamente la única solución que podíamos tomar y así lo hicimos.

 
 ¿Cómo se vive a bordo, sobre todo a nivel psicológico, este cambio de objetivos en la etapa?


Cuando tomamos la decisión de que iríamos tranquilos hacia Lorient, todos teníamos clarísimo que nuestras opciones a la victoria en esta etapa, en esta regata, se habían acabado, a no ser que “Groupama” tuviese un problema desde ese momento y hasta la llegada. No fue un momento agradable, pero creo que todo el mundo estaba por un lado enfadado y por otro lado tranquilo porque todos hemos intentado hacerlo lo mejor posible y hay ciertas cosas contra las que no puedes hacer mucho. Todo lo que ha pasado ha sido algo que no podíamos controlar, a veces las cosas salen y a veces no. En ese momento estábamos todos navegando, había tres barcos que estábamos relativamente cerca y los tres teníamos timones similares; le podía haber ocurrido a otro probablemente, pero no fue así. El deporte es así y hay que admitirlo.

 
Quedan dos regatas costeras y una etapa, ¿cuál es el planteamiento de su equipo de cara al final?


Nosotros nunca planteamos esta regata para poder ser segundos sino para poder  ganarla. Lo importante ahora es hacer las cosas lo mejor posible, acabar esta regata con un buen sabor de boca y con esa sensación que tenemos hoy de haber hecho lo máximo posible. Para nosotros ahora mismo no es importante el quedar terceros en vez de cuartos o segundos en vez de terceros… Cuanta mejor posición tengas más contento estarás, pero lo importante es acabar diciendo “hemos hecho todo lo que hemos podido, y si no hemos ganado la regata ha sido porque las cosas no han salido, no porque no lo hayamos intentado”.


Saludos y buenos vientos

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