El barco español se encuentra a 500 millas de la llegada a Brest, puerto final de la Istanbul Europa Race.
Los de Altadill y Rivero luchan por una plaza de podio en la regata de vuelta a Europa.
El Estrella Damm ya está realizando el último gran salto de la Istanbul Europa Race: el Golfo de Vizcaya. Una vez dejada atrás la costa atlántica peninsular, donde le sorprendió una terrible encalmada de casi 20 horas, el barco patroneado por Guillermo Altadill y Pachi Rivero se ha adentrado en el mar Cantábrico, último gran tramo de la etapa final entre la mediterránea Barcelona y la ciudad bretona de Brest. En las casi 500 millas que le quedan hasta la llegada, el barco español intentará conservar su posición de podio en la clasificación general de su primera regata.
Para conseguir su objetivo, Rivero, Altadill, Antonio Cuervas-Mons, Antoine Mermod y Wouter Verbraak deberán afianzar su ventaja respecto al DCNS, que merced a las escasas condiciones de viento que se ha encontrado el Estrella Damm, ha conseguido recortar 43 millas en 24 horas. El barco de Marc Thiercelin está ahora a unas 113 millas de l Estrella Damm, a punto de llegar Cabo Finisterre.
En el informe de posiciones de las 10 de la mañana, el barco de Altadill y Rivero figuraba en quinta posición de la etapa, a 395 millas del Foncia, líder de la etapa, que ya ha virado Wolf Rock y se dirige a la llegada. El Estrella Damm se encontraba navegando a unas cuantas millas de la costa cantábrica española, con rumbo Noreste y con una velocidad de 7,7 nudos. El viento era de unos 15 nudos del Este-Noreste. Mientras tanto, su perseguidor, el DCNS, que venía desarrollando una mayor velocidad, se encontraba ahora con sólo cinco nudos de viento frente a la costa gallega.
Quedan por delante de dos a tres días de navegación intensa antes de cerrar esta primera competición del Estrella Damm, donde se está midiendo de tú a tú a los mejores IMOCA 60 y las mejores tripulaciones, tratando de obtener una posición de podio final tras haber vencido en la etapa de Estambul a Niza y haber sido tercero en Barcelona.
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Saludos y buenos vientos
El viernes 14 de junio de 1968 salió de Falmouth el Suhaili, un pequeño queche, con una figura solitaria al timón: Robin Knox-Johnston, de veintinueve años. Diez meses y medio más tarde, un Suhaili oxidado, con la pintura desconchada y las velas rasgadas y marrones, volvió triunfalmente a Falmouth. Robin Knox-Johnston se había convertido en el primer hombre que había circunnavegado el mundo en solitario y sin escalas.
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