Los de Altadill y Rivero ponen rumbo a Brest en la tercera y última etapa de la Istanbul Europa Race.
El barco español es líder con los mismos puntos que Foncia y Groupe Bel.
A las 12:08 del mediodía Barcelona veía partir al Estrella Damm y sus rivales en la tercera y definitiva etapa de la Istanbul Europa Race, entre la ciudad condal y Brest (Francia). El barco español salía como líder provisional de la regata. Sin embargo, no será fácil defender dicha condición para los de Guillermo Altadill y Pachi Rivero, ya que se encuentran empatados a diez puntos con el Foncia y el Groupe Bel. Esto significa que de no mediar ningún incidente, el primero de los tres que llegue a la ciudad bretona será el vencedor absoluto de la regata de vuelta a Europa.
Por delante tienen 1.900 millas entre el Mediterráneo y el Atlántico. El patrón barcelonés Guillermo Altadill reflexionaba antes de zarpar del Port Vell de Barcelona: “Va a ser la etapa prácticamente más larga en millas y hay que salir del Mediterráneo, que siempre es complicado. Después tendremos unas condiciones más o menos estables y habrá un momento de transición en el que quizá nos volvamos a compactar toda la flota. El que lo negocie mejor podrá escaparse del resto.”
Por su parte, el patrón cántabro Pachi Rivero opinaba: “La salida del Mediterráneo nos va a costar porque siempre es imprevisible, aunque parece bastante estable. Los chubascos y las nubes de estos días influirán en la táctica. Luego nos espera una ceñida muy fuerte por Portugal, pero desde mi punto de vista lo prefiero, porque creo que con nuestra configuración de palo podemos ir un poco más rápido que nuestros dos principales contrincantes. Creo que el que vaya primero llegando al final intentará marcar a los otros dos.”
El también cántabro Antonio Cuervas-Mons, tripulante del Estrella Damm, afirmaba: “Esta será la etapa más dura de la vuelta a Europa porque en el Atlántico vamos a ir mucho tiempo en ceñida con bastante mar y viento duro y las noches serán frías. Espero que sean nuestras condiciones. Va a ser emocionante”, concluía.
Aunque Altadill daba importancia a una buena salida, advertía: “Lo importante es como acabas, no como empiezas. Hay que intentar salir delante, pero lo principal es no perder comba, porque son muchas millas y hay tiempo para pensar y recuperarse”, decía.
Respecto a la salida en su ciudad natal, Altadill decía: “Es un buen evento para la ciudad y para los aficionados a la vela”. El barcelonés ha aprovechado estos días para relajarse con su familia. “He cargado las pilas”, aseguraba. “Ha sido la escala en la que hemos tenido más tiempo para descansar y también hemos podido preparar bien el barco para salir del Mediterráneo”.
Para Rivero la de Barcelona también ha sido una escala especial: “Estamos muy contentos. Salimos primeros de Barcelona, que es la casa del barco, de nuestro patrocinador y de la escudería. Hemos estado muy arropados por la gente de Barcelona que sabe que el Estrella Damm es el barco de casa. Hemos descansado física y mentalmente y estamos con muchas ganas y a tope”, decía el cántabro.
La salida permitió demostrar al Estrella Damm y al resto de la flota su perfecto estado de forma. Un buen Levante (viento del Este) de unos 10 nudos (y subiendo) se estableció para favorecer el espectáculo. Aunque los más rápidos tras pasar la línea fueron el DCNS y el Groupe Bel, el Estrella Damm hizo una buena salida muy pegado al Paprec Virbac y al Foncia. La emoción está servida con la flota navegando de nuevo rumbo a su puerto final.
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Saludos y buenos vientos
El viernes 14 de junio de 1968 salió de Falmouth el Suhaili, un pequeño queche, con una figura solitaria al timón: Robin Knox-Johnston, de veintinueve años. Diez meses y medio más tarde, un Suhaili oxidado, con la pintura desconchada y las velas rasgadas y marrones, volvió triunfalmente a Falmouth. Robin Knox-Johnston se había convertido en el primer hombre que había circunnavegado el mundo en solitario y sin escalas.
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