Está a punto de comenzar la octava etapa de la Volvo Ocean Race, que con 1.250 millas unirá los puertos de Galway en Irlanda con Gotemburgo/Marstrand en Suecia.
Va s ser una etapa complicada por el tipo de navegación, oceánica y costera, por las fuertes corrientes y redes de pesca, por el gran tráfico marítimo y por las peculiaridades de esta etapa desde el punto de vista de reglamento, ya que es considerada como “pitstop”.
Este va a ser la última etapa de más de 1000 millas antes de que la flota pase a navegar en un sprín hacia el esperado final en San Petersburgo. La etapa 8 es sobre todo una etapa peculiar. Por primera vez en toda la presente edición de la V.O.R. no existen las metas volantes, el uso del “Modo Invisible” queda prohibido y la etapa cuenta con la consideración de Pitstop.
Pero, ¿Qué pasa con el Pitstop?
La peculiaridad del pitstop reside en que una vez los barcos hayan cruzado la línea de llegada en Marstrand no podrán recibir asistencia técnica de sus equipos de tierra y no podrán embarcar ningún material, ni de reparación, ni velas, ni subir comida a bordo, nada de nada etc. En caso de rotura de material los mismos tripulantes de la embarcación se verían obligados a reparar dentro del barco y sin recibir ningún tipo de ayuda externa, pese a estar en puerto.
El recorrido
Por primera vez en una etapa de la Volvo Ocean Race hay que combinar las habilidades de navegación costera con las oceánicas, aunque los tripulantes de los VO70 ya saben lo que es esta situación puesto que así lo hicieron cuando navegaron por el estrecho de Malaka hacia Singapur.
La salida, prevista para las 15.00 horas (16.00 en España) de mañana sábado será el pistoletazo de salida para recorrer las 1250 millas que la flota tiene por delante. Nada más salir y tras haber realizado un recorrido entre boyas frente al puerto irlandés, la flota pondrá rumbo al mítico faro de la Fastnet Rock.
La Fastnet Rock representa uno de los iconos de navegación, con múltiples regatas disputadas a su alrededor en condiciones salvajes que han llegado a representar dantescas escenas con el faro como fondo.
Una vez la flota haya pasado entre la famosa roca de Fastnet (que da nombre a la mítica y trágicamente conocida regata Fastnet Race) y tierra firme, en el extremo sur de Irlanda, y tras abandonar el Atlántico Norte el siguiente tramo llevará a la flota por el canal de San Jorge, que separa Irlanda de Inglaterra, para de allí entrar en al canal de la Mancha.
El Estrecho de Dover, en la salida del canal hacia el Norte, es otro de los puntos conflictivos en la navegación. Al gran tráfico marítimo de la zona y la estrechez del paso se le añade la zona de exclusión en la costa inglesa –debido a la dura reglamentación británica en esta zona-, que hará que la flota de la Volvo Ocean Race navegue costeando la zona francesa.
Pero los desafíos no habrán acabado aquí, ni mucho menos. A la salida del estrecho de Dover la flota se dirigirá a Rotterdam, donde en las inmediaciones del puerto holandés realizará, según vayan llegando, un recorrido entre dos boyas. Este recorrido, denominado “Delta Lloyd Gate”, no cuenta con una puntuación extra en la etapa, pero si contará con un premio para el equipo que más rápido haya completado ese recorrido, (que habrán comenzado de manera individual según vayan llegado a la zona).
Las últimas 400 millas en el mar del Norte, a buen seguro que serán las de un cerrado encuentro entre toda la flota para llegar de Rotterdam a la línea de llegada situada en la isla de Marstrand.
Primeras estimaciones de meteo
Para la salida del sábado los partes anuncian vientos de componente Noreste que rondarán los 15 nudos de intensidad, con chubascos de agua, debido a la aparición de una baja presión que llevará a la flota en un rápido través que se irá yendo a la popa, al cruzar por el canal de San Jorge, desde Irlanda hasta Inglaterra.
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Saludos y buenos vientos
El viernes 14 de junio de 1968 salió de Falmouth el Suhaili, un pequeño queche, con una figura solitaria al timón: Robin Knox-Johnston, de veintinueve años. Diez meses y medio más tarde, un Suhaili oxidado, con la pintura desconchada y las velas rasgadas y marrones, volvió triunfalmente a Falmouth. Robin Knox-Johnston se había convertido en el primer hombre que había circunnavegado el mundo en solitario y sin escalas.
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