Ramón Acuña llega al Real Club Náutico de Ribadeo para "hacer limpieza y devolver el club a los socios".
Después de un intenso mes de noviembre en el seno del RCN de Ribadeo, los socios han hablado y éstos dicen que no quieren que Mario Coto continúe al frente del mismo..... Lo que vivimos este último mes los habitantes de la Mariña lucense fue una puesta en escena de como se estaba llevando el club por parte del ya ex-presidente Coto, con los distintos e importantes frentes abiertos sin visos de que las soluciones contentaran a la amplia masa social (el RCN de Ribadeo aglutina a 960 socios). La gestión de la privatización de la marina seca, la concesión de amarres y de, valga la redundancia, concesiones de usos no aprobados por la asamblea o el presunto despilfarro económico (que Ramón Acuña piensa poner al decubierto con una auditoría) fueron el detonante para que los socios dijeran no al anterior gestor y dieran su apoyo al nuevo presidente.
Mucho se hablo de que la junta directiva del club no facilitaba las listas del censo de socios en tiempo y forma, de que el equipo encabezado por el ex-presidente Mario Coto utilizaba los medios del club para repartir su propaganda electoral, de que la junta electoral estaba constituida por personas afines y muy allegadas a Coto, etc... Todos estos asuntos sumados a los frentes abiertos dieron como resultado lo que muchos mariñanos nos imaginamos: la victoria de Acuña, aunque para muchos es más importante "la derrota de Mario Coto". Vamos, que se puede ver desde todos los puntos de vista.
El nuevo presidente entra con ganas, pero sin dar la patada en la puerta como cuando entro Mario en sustitución de Gervasio Cao. Con ganas de trabajo, de "hacer limpieza", de ver hasta donde llegan los dineros, y de ver a donde fueron a parar los que había y los que se gastaron con las visas. Llega con ganas de parar la privatización de la marina seca y devolvérsela a los socios y su afán principal como comenta en un diario es "la normalización de nuestra entidad. Lo que queremos es devolver el club a los socios, que se sientan a gusto en nuestras instalaciones".
Desde aquí le deseo todo lo mejor en su nueva singladura, que sujete firme el timón del navío y que sitúe un proel vigilante para corregir el rumbo si es menester con el fin de llevar a buen puerto sanos y salvos a todos los socios y simpatizantes de este importante Club Náutico del Cantábrico, referencia para muchos navegantes y aventureros.
Saludos y buenos vientos.