Ed Gorman, de la revista náutica seahorse magazine, habla con Mike Sanderson, Jules Salter e Ian Walker en su intento de identificar las claves para ganar la primera gran regata one-design de vuelta al mundo.
Una nueva edición de la Volvo Ocean Race es siempre una prespectiva apetitosa y la regata de este año no es la excepción, sobre todo porque el diseño estricto one design y las reglas de clase -llevadas en gran medida a reducir los costes en tiempos de recesión- aumentan el nivel de interés en el campo de juego.
Aunque a los navegantes profesionales y diseñadores les encanta involucrarse en el desarrollo de una determinada clase - que era siempre lo que sucedía en la Volvo Ocean Race y antes la Whitbread - las reglas one design tienen un elemento de enorme atractivo: los regatistas y patrones no pueden esconderse. Si los barcos son tan iguales - como la Volvo y los constructores de Green Marine dicen que son - y están muy seguros de esto, entonces nos vamos a encontrar con un espectáculo muy emocionante.
En la Fórmula Uno, el paddock ha sido durante mucho tiempo el sueño de los observadores para poner las superestrellas y los perdedores del automovilismo mundial en una máquina idéntica y ver quién es realmente el más rápido. Muchos creen que es posible que algunos de los pilotos más rápidos pasaron sus mejores años por el medio o al final de la parrilla por falta del descanso adecuado o por el insuficiente respaldo financiero.
Así pues, en el contexto de la Volvo Ocean Race, ¿quién va a conseguir diferenciarse con máquinas idénticas, asumiendo que ninguno de los equipos va a recurrir a juego sucio? ¿Cuáles serán los parámetros fundamentales que harán que uno de los barcos gane?
Conseguir el equilibrio adecuado entre empujar duro y no romper el barco, y el comprender el barco y sus puntos clave; un buen pilotaje, el trimado y una correcta selección de las combinaciones de velas; acelerar o parar en función de las condiciones del mar y viento; la consistencia, la resistencia y la condición física, el liderazgo y el trabajo de la tripulación.
Mike Sanderson © Volvo Ocean Race |
El diseño de nuevas velas para poder navegar en rumbos más cerrados pone aún más énfasis en la conducción súper precisa, algo ya evidente en la última regata. "En esta ocasión va a ser mucho más acusado", dice Sanderson. "Algunos chicos que se preparan para ser timoneles de nivel mundial podrían llegar fuera de control en un barco como este y, si lo hacen, estamos hablando realmente de una gran reducción en el rendimiento". Sanderson ha estado pensando demasiado acerca del 'problema' de los ocho hombres de la tripulación. Mientras que la tripulación femenina del Team SCA tienen 11 navegantes para trabajar, las tripulaciones masculinas tienen sólo ocho, lo que plantea la pregunta: ¿Cómo puedes poner al navegante y al patrón en guardias opuestas o poder darte el lujo de que quede uno libre como sucedía en las pasadas ediciones cuando las tripulaciones eran mayores?
Sanderson sostiene que éstas no son las preguntas correctas. Él cree firmemente que la filosofía es ver el trabajo de la tripulación del nuevo VO65 como en un Open 60 navegando en solitario o a dos, no en un Whitbread 60 o en un VO70 reducido. Visto así, las estructuras establecidas de guardias no tienen tanta importancia como el hecho de ser capaces de desplegar todo el talento y la pericia cómo y cuando se necesite.
"En los viejos tiempos de la Whitbread salías a trabajar y terminabas el trabajo", dice Sanderson, veterano navegante solitario de la Transat a bordo del Pindar Alphagraphics. "Nos las arreglamos para cambiar esa mentalidad. Aportamos un enfoque distinto y nuevo que tendrá que volver a cambiar de nuevo en esta regata, ahora que las tripulaciones tienen un menor número de personas. Tenemos que estar todos manos a la obra. En el ABN, por cada cambio de vela, cada trasluchada o cada virada nos levantan a todos, tanto si estábamos de guardia como si no. Tu guardia no se guía por el reloj ya que estás tratando de ganar una regata a toda costa".
Jules Salter a bordo del Abu Dhabi Ocean Race © Volvo Ocean Race |
"Todo se reducirá a las mismas cosas", dice Salter que, como Sanderson, está muy involucrado en esta edición. "Tienes que llevar el barco muy rápido prácticamente durante toda la regata. No puedes permitirte el lujo de navegar lento y esto se consigue teniendo a la gente adecuada en el timón y teniendo confianza con tu rendimiento. Generalmente esto consigue con un buen entrenamiento, un buen filing y una buena preparación. Y el tiempo que pasas en el agua es fundamental para el logro de esos conocimientos".
Salter no tiene ninguna duda de que, como en cualquier flota one design, - como en la flota Laser en los Juegos Olímpicos -, los regatistas más rápidos llevarán a los barcos más rápidos. "A pesar de que las velas serán one design para todos, habrá algunas diferencias en el ajuste y puesta a punto. Por tanto, encontrar el punto de ir más rápido para un estado de la mar o de una fuerza del viento en particular, será importante, ya que podrás ver grandes diferencias en la velocidad gracias a diferentes técnicas de conducción y de trimado".
Ian Walker en la rueda del Abu Dhabi Ocean Race © Volvo Ocean Race |
Walker cree que esta regata va a ser el reto completo donde incluso los errores más pequeños podrían ser fatales: "Van a ser los pequeños detalles los que marquen la diferencia, media pulgada aquí y allá, ceñir un poco más duro que todos los demás, llevar el rumbo con más precisión. Nunca va a ser una sola detalle, sino la suma de pequeños detalles los que den como resultado una diferencia final", comentó.
También ha estado pensando mucho sobre el papel del navegante y del patrón y considera que Simon Fisher es el hombre adecuado para un trabajo que va implicar múltiples tareas dentro de una tripulación pequeña. "Es alguien con quien puedo trabajar bien ya que ha navegado en la regata en dos ocasiones", dice Walker. "Pero también es un timonel y trimmer muy fuerte, puesto que ya ocupó en la última regata disputada en la que no era el navegante. Con esta incorporación hemos reforzado deliberadamente el timón y el trimado de velas dentro del barco en lugar de tener a un navegante más veterano que solo esté en la cabina tomando decisiones".
Obviamente, no romper el barco y las velas, va a ser de suma importancia pero Sanderson está preocupado porque habrá muy poco margen para detener a las tripulaciones cuando estén empujando demasiado duro en regata cuando compites con el mismo diseño de barco. Mike está preocupado de que el desastre que afectó a Telefónica en la última regata, cuando rompió dos timones y dañó un tercero mientras navegaba con una fuerte brisa, podría ocurrir de nuevo. "Si eso se convierte en el punto de referencia de lo que puede suceder cuando aprietas el barco para ganar con vientos flojos, entonces creo que, en mi opinión, tenemos un serio problema", comento.
El veterano regatista Nick Bice, ahora a cargo del Astillero de la Volvo Ocean Race, sitúa en contexto la pregunta de si se debe sobre-construir para que los barcos resistan una regata: "La realidad es que estos barcos siguen siendo de alta tecnología, máquinas de regatas de alto rendimiento y si pensamos que íbamos a diseñar y construir un barco que fuera irrompible, estaríamos haciendo la regata equivocada".
"Acertadamente, sin embargo, hemos pasado más tiempo trabajando en áreas donde podemos tratar de eliminar posibles desastres para asegurar que todos los barcos cruzarán la línea de meta. Es de todos sabido que el equipo ganador será el equipo que pueda manejar su barco lo más rápido posible pero sin olvidar otro factor importante: que todavía tienen que manejar sus barcos en el mar. Es un cliché pero 'para terminar primero hay que terminar'. Este es también es el motivo por el que el astillero se ha puesto en el lugar de los regatistas, para hacer frente a la peor situación si tenemos una rotura. Con el uso de la logística inteligente y la puesta en común de piezas de repuesto, si ocurre una crisis, vamos a estar en la mejor posición para tratar de resolverla en toda la historia de la regata".
Matt Sheahan, un distinguido periodista especializado en vela, fue uno de los primeros en navegar en el nuevo VO65 con el Team SCA. Señala algunos puntos esclarecedores. En primer lugar, los equipos van a empujar como nunca lo habían hecho antes, justo como los temores que señalaba Sanderson. "Nunca antes se ha empleado tanta fuerza en empujar el barco en la Volvo Ocean Race como va a suceder ahora", predice Sheahan. En segundo lugar, los equipos van a tener que estar en su mejor momento de forma para ganar. "Nunca antes ha habido tanta presión sobre el trabajo de la tripulación y sobre la navegación del barco; los equipos van a tener que ser más duros que nunca... y más hábiles".
Y una reflexión de Matt después de su día libre en Lanzarote a bordo del diseño Farr del Team SCA navegando a barlovento: "Toda la tripulación sabía que el barco era muy difícil de manejar en un mar de viento. En un momento, el barco subió una ola y salió volando; esto hizo que fuera un reto mantener el rumbo y la aceleración. Es más difícil de mantener este barco en rumbo y velocidad que lo era un VO70".
Así que tal vez el rendimiento de barlovento se puede agregar a todas las otras variables que determinarán el resultado de esta regata. Ah!, y se me olvidó una más: la suerte. Cada equipo ganador necesita su dosis de buena suerte y en esta regata no va a ser diferente.
Saludos y buenos vientos.
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