Subir a lo alto del palo de 30 metros impecablemente vestido de Hugo Boss - con un traje resistente al agua, ¡eso sí! - sin arneses y con la única ayuda de la escora controlada del barco es un logro que no muchos conseguirían, ni siquiera intentarían. Lanzarse luego al agua con un impecable plongeon de voleibol, aún menos.
Alex Thomson ha superado con su Mast Walk su famoso Keel Walk, su cabalgada en la quilla emergente de su barco que dio la vuelta al mundo hace cuatro años. El compañero de Pepe Ribes en la próxima Barcelona World Race demuestra su pie marino, el dominio de su barco y la confianza en su equipo: Ross Daniel fue el encargado de gobernar el barco con la responsabilidad de mantenerlo con una escora fija y a rumbo estable.
El espectacular performance tuvo lugar en aguas de Cádiz, con un viento de 18 nudos, con una escora de 60º y a una velocidad del barco de 10 nudos. Alex saltó desde una altura de 12 metros.
Después de su paseo por el mástil, Alex explicó cómo había desarrollado y preparado la idea: “Millones de personas vieron las imágenes de mi paseo por la quilla. Desde entonces siempre me preguntaban ‘¿cuál es la próxima?’ y tenía claro que tenía que hacer algo más grande. Me estuve preparando saltando al trampolín desde 10 metros… pero la realidad, en un barco moviéndose a alta velocidad, ¡estuvo a un millón de millas de distancia!”
Saludos y buenos vientos
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