martes, 11 de marzo de 2014

Spindrift 2.- proceso de adegalzamiento y performance en marcha.

Un barco adaptado para récords en equipo y regatas en solitario.

Desde el pasado mes de diciembre un equipo de veinte personas trabaja en el astillero de Spindrift en Lorient para adaptar el maxi trimarán Spindrift 2 para su programa de regatas de 2014, que incluye la tentativa de récord del Atlántico norte en equipo y la regata Route du Rhum en solitario. El trabajo, que incluye la instalación de una bicicleta en el casco, se prolongará hasta el mes de abril.



Con Spindrift racing vamos a enfrentarnos a los récords que ya posee este barco, que además es el más grande de su clase. Para lograr batirlos tenemos que optimizar la máquina” explica Antoine Carraz, responsable técnico y regatista de Spindrift racing. “Este año vamos a participar en pruebas con tripulación y en solitario. Hemos tomado algunas decisiones que nos permitirán estar en ambas, explorando al mismo tiempo nuevos caminos de innovación para el Trofeo Julio Verne, que es el principal objetivo de nuestra campaña con Spindrift 2”.

Trabajo estructural.

Antoine se muestra preciso y calmado pese a la magnitud de su trabajo. “El principal cambio que vamos a realizar es en el mástil, que ha sido acortado seis metros para hacer más fácil la maniobra en solitario. Con un 20% menos de superficie vélica, Spindrift 2 será más ligero esta temporada aunque manteniendo su alto rendimiento.
Esto también implica cambiar la sujeción del mástil al barco. Se han quitado algunos cadenotes y se han creado otros nuevos, como el stay del trinquete, una parte estructural que sujeta el mástil”.

Hay tres cadenotes en total. Son piezas de carbono fijadas a la cubierta, que aseguran los cables que sujetan las velas, serían como las partes que unen el motor del barco (el mástil y el velamen) al chasis (el cuadro). “El cadenote principal puede soportar una carga de 35 toneladas”, explica Antoine, ingeniero estructural y mecánico. “Ahora mismo tenemos dos personas que han estado trabajando durante tres meses especialmente en esta área del barco”.

Una bicicleta para la Route du Rhum.

¿Una bicicleta a bordo de una barco? Puede parecer una broma pero se trata de una gran innovación técnica que ayudará a Yann Guichard a llevar en solitario el maxi trimarán Spindrift 2 en la próxima Route du Rhum. Édouard Touchard, miembro del equipo de diseño de Spindrift racing ideó este ingenioso sistema cuando preparó con Franck Cammas la Route du Rhum de 2010. Unos meses más tarde Cammas, skipper de Groupama 3, ganaba la regata a bordo de su trimarán de 31,5 metros. La nueva misión de Édouard ha sido adaptar su invención para Spindrift 2, una embarcación que cuenta con 10 metros más de eslora y tiene mucho más velamen.

Montaje y diseño de la bicicleta © Spindrift 2

¿Se trata de una bicicleta de verdad? “Por supuesto, es una bicicleta normal pegada al casco que opera los winches con el mismo funcionamiento que las columnas, excepto que aquí se utiliza la potencia de las piernas en lugar de la de los brazos”, comenta el ingeniero mecánico Édouard. “Yann puede ir utilizando unos y otros y así aumentar su resistencia”. En el astillero de Lorient, donde se está desarrollando esta bicicleta, da la impresión de estar en el Tour de Francia entre bastidores.



Édouard coordina sus operaciones con Florent Le Gal, que se encarga la composición. “El cuadro completo de fibra de carbono se ha simplificado”, comenta Florent. “La barra también se ha eliminado para permitir a Yann llegar rápidamente al asiento incluso con el traje de agua en medio de una tormenta. Hemos quitado las ruedas para poder atornillar la bicicleta a la cubierta. El asiento, que también es de carbono, es un modelo normal que ha sido “marinizado” y el manillar se ha reemplazado por uno similar al que utilizan los ciclistas de triatlón, que permite mantener una postura más cómoda con más apoyo para la espalda”

Para simplificar su funcionamiento y optimizar su uso la mayoría del trabajo se ha centrado en los ratios de transmisión. “La bicicleta tiene dos cadenas”, señala Édouard, “la primera trabaja con una caja que permite cambiar de marcha, incluso si no se está pedaleando. En tierra, se puede utilizar el movimiento de la bicicleta para cambiar el plato o la marcha. En el barco, el marco está fijo pero hay que adaptar el ratio de transmisión al esfuerzo que requiere una vela en concreto, o un foil. Esta caja, conectada a una plato simple, reemplaza a los piñones y permite cambiar las marchas mientras se pedalea en el sitio. La segunda cadena emplea la fuerza de la inercia, que añade eficacia al movimiento. Es como estar haciendo spinning en el gimnasio, pero en Route du Rhum la sesión puede durar más de una semana.

Perder peso: velas, mástil del ala y orza.

En un barco todo está conectado, igual que en un reloj. Cualquier cambio en un elemento afecta a todo. Reduciendo el aparejo, el equipo Spindrift racing no sólo pierde peso, sino que también reduce la superficie vélica. “La ligereza es crucial para un multicasco”, señala el responsable técnico del equipo, Antoine Carraz. “Quitando el gennaker grande que no es maniobrable en solitario y que es demasiado grande para el viento del Atlántico norte nos ahorramos 200 kilos. Y lo mismo para el Solent, donde podemos ahorrar otros 300 kilos. También hemos quitado el mástil del ala. El sistema permite orientar el aparejo hacia un bordo u otro cuando el trimarán se levanta. En solitario se navega con el casco central en el agua. Es un equipamiento muy pesado que ofrece pocas mejoras de rendimiento en solitario. Para el Atlántico norte, que se hace en un solo bordo en equipo, tenemos la posibilidad de bascular el mástil de forma fija en la salida. Por eso hemos decidido quitar los elevadores y la central hidráulica, ahorrando así 400 kilos más.

Trabajos en cubierta © Spindrift 2

En comparación, no hay grandes cambios en las palas del timón y los foils (hidroalas), que son idénticos, sólo la orza será nueva. “En el diseño del barco concebido con la idea de navegar alrededor del mundo, la orza original tenía una pestaña de trimado (una aleta trasera como en el ala de un avión para navegar mejor en ceñida)” comenta Antoine. “En el Atlántico norte, igual que en el Jules Verne, nuestra travesía será predominantemente a sotavento y navegaremos con la orza levantada. Por eso tenemos una nueva pieza sin la pestaña de trimado, 200 kilos más ligera y con una forma optimizada para surfear”.


Finalmente, existen numerosos detalles en estas embarcaciones que no contribuyen al círculo virtuoso del aligeramiento. El año pasado se ganaron kilos con las redes Spectra, las literas y la cocina serán desmanteladas antes de la Route du Rhum y estamos haciendo una nueva mesa de cartas más ligera. “Hemos pensado en cada una de las piezas que hemos quitado para ganar aunque sea un gramo. Pesamos todas las piezas que montamos para llevar el recuento. Si al final podemos perder dos toneladas, será un 10% del peso del barco, lo que es mucho”.

El "Géo Trouvetout" de Spindrift racing.

A pesar de la escala bíblica de Spindrift 2, Yann Guichard solo tiene dos brazos y dos piernas para manejarlo solo, para trimar muchos cientos de metros cuadrados de vela, tomar o soltar un rizo o enrollar y desenrollar la vela mayor, lo que ya constituye trabajos agotador para seis tripulantes en las tres columnas de winches de cubierta.
Por eso para la Route du Rhum, Yann mantendrá dos columnas, una a cada lado, y va a añadir la bicicleta para utilizar la parte inferior del cuerpo, como hizo Franck Cammas durante su victoria de 2010.

Sin embargo, solo una mirada es suficiente para darse cuenta de que llevar el timón para adaptarlo lo máximo posible a las exigencias de las velas no será una tarea fácil para Yann. Por eso los pilotos automáticos son la piedra angular de las regatas trasatlánticas en solitario. La solución empleada por Spindrift racing es ingeniosa, como explica Antoine: “El barco es demasiado grande para utilizar elevadores hidráulicos. Pero al ser muy grande, también es muy estable, por lo que hay pocas correcciones de timón que hacer. Por eso estamos utilizando motores de pilotos automáticos de embarcaciones de recreo con un sistema inventado por el equipo. Ya probamos el dispositivo en el viaje de vuelta de Miami el año pasado y funciona muy bien”.

La vida del navegante solitario.

Las dimensiones del trimarán todavía imponen sus leyes al regatista que, por seguridad y rendimiento, permanecerá vigilante en cubierta. “Vamos a instalar la zona de habitaje de Yann en el exterior, protegido por el techo del casco. Tendrá sus pantallas de ordenador, pilotos de control y todo lo que necesite a mano y una cama para descansar tan pronto como pueda”, concluye Antoine.

Saludos y buenos vientos.

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