La undécima edición de la Transat Jacques Vabre zarpará con cuatro clases y con un total de 44 barcos en las clases 40, Multi 50, IMOCA Open 60 y MOD70 con todo un firmamento de estrellas y talento de la vela mezclados en la flota.
A medida que los barcos amarran en los muelles de Le Havre a menos de una semana de la salida, la tensión se comienza a palpar entre los regatistas. El público ya tiene a sus favoritos en mente, y cada regatista hace sus propias cábalas... ¿Quién será en esta edición el afortunado ganador?
Clase 40, cantidad y calidad
La Clase 40 tiene 26 barcos preparándose para tomar la salida el próximo domingo pero predecir quiénes serán los tres primeros equipos en finalizar en Itajaí es una tarea muy difícil. El vencedor de cinco de los seis eventos liderando en la Clase 40 en la Transat Jacques Vabre es Sébastien Rogues que navega en esta edición con Fabien Delahaye a bordo del GDF SUEZ, un diseño de Manuard muy competitivo y de última generación.
Pero no da nada por sentado y piensa que la competencia será muy dura y los marcajes muy estrechos: "Calculo que 15 barcos tienen el potencial suficiente para estar en el podio de los A dos. A las parejas como Jörg Riechers y Pierre Brasseur en el Mare, Halvard Mabire y Miranda Merron a bordo del Campagne de France, Alex Pella y Pablo Santurde a bordo del Tales Santander 2014 o Ned Collier Wakefield y Sam Goodchild a bordo del Conciso 8 hay que tenerlas muy en cuenta y muy bien vigiladas ya que van a ser muy difíciles de superar. Y también hay que contar con los desconocidos. La mayoría de los skippers de la flota están muy bien entrenados y tienen barcos bien preparados. El nivel en general es muy alto. Nuestra gran forma pre-regata nos da confianza, pero esto es diferente, es un cruce transatlántico y es muy necesario conservar el barco, ser muy cuidadoso, porque algunos de los favoritos inevitablemente abandonarán la regata debido a problemas técnicos".
Multi 50, seis unidades y cuatro favoritos.
La flota está compuesta por seis Multi 50 patroneados por un grupo de experimentados skippers con barcos muy competitivos. Dejando a un lado la posibilidad de fallos técnicos hay cuatro dúos que se podrían estar en la lucha final por la victoria, como son Yves Le Blevec y Kito de Pavant a bordo del Actual, Lalou Roucayrol y Mayeul Riffet a bordo del Arkema-Aquitania, Erwan Le Roux y Yann Elies a bordo del FenêtréA cardenal y Loïc Féquet y Loïc Escoffier navegando a bordo del Maitre Jacques.
Loïc Fecquet comenta: "Nos espera una gran lucha entre los barcos con un potencial de velocidad muy similar. Para mí el "FenêtréA cardenal" es probablemente el favorito, es el más versátil y de mayor éxito hasta la fecha. En cuanto al Arkema, el nuevo barco fue botado la primavera pasada y en esta regata hace su debut en mar abierto y no se puede comparar con el Maitre Jacques que fue botado en el 2005 y es el más viejo del grupo. Pero estamos bien optimizados y podemos competir especialmente en un cruce transatlántico. Y aunque no siempre somos capaces de obtener el 100% de su potencial, para nosotros, la lucha será intensa. Nuestro objetivo es una plaza en el podio o, como mínimo uno de los cuatro primeros puestos".
IMOCA Open 60, diez y cinco.
Diez barcos de distintas generaciones componen la clase IMOCA Open 60. El Team Plastique es el más antiguo de la flota, botado en 1998, con 15 años de vida y con algo más de dos años, botados en el 2011, están dos barcos, el Macif y el Cheminées Poujoulat, los OPEN 60 más modernos de la flota. Entre medias, están el resto de las generaciones de IMOCA, los cuales participan en esta Transat Jacques Vabre con los objetivos apropiados a la edad de su barco y contando con sus propias habilidades y experiencia. Los especialistas más expertos consideran que la victoria se la jugarán entre cuatro o quizá cinco barcos: Macif, Maitre Coq, Cheminées Poujoulat, PRB y Safran. De estos cinco, cuatro son de los arquitectos navales VPLP-Verdier y el Cheminées Poujoulat de Bernard Stamm es de Juan Kouyoumdjian.
Michel Desjoyeaux que zarpará a bordo del Macif, formando pareja con François Gabart, en la que será su séptimo cruce trasatlántico a dos, tiene una visión clara de la batalla IMOCA: "Hay grandes skippers, incluso aunque la clase no es muy grande, hay muchísima calidad. De los diez participantes hay cuatro, en particular, son de gran interés para nosotros, ya que tienen el potencial de velocidad pura mejor que el resto de la flota y hay que tenerlos en cuenta para la victoria final. Son el Safran, el Maitre Coq, el Cheminées Poujoulat y el PRB, que junto con el Macif son las cinco embarcaciones que han entrenado en Port-La-Forêt y todos participaron en la Fastnet. Nuestro objetivo con François es ser el segundo equipo en entrar en Itajaí".
MOD70, un match race en mar abierto.
Después del vuelco y rotura del mástil del Virbac-Paprec 70 de Jean-Pierre Dick con Roland Jourdain durante su periodo de entrenamiento solo hay dos MOD70 en regata. Y así para los grandes trimaranes, la Transat Jacques Vabre tiene el atractivo de ser una regata tipo match race a lo largo del Atlántico.
"En la Copa América se demostró que podemos hacer match race entre multicascos, así que vamos a hacerlo por aquí" comentaba sonriendo Sidney Gavignet que navegará a bordo del Oman Air-Musandam. "Sébastien (Josse), Charles (Caudrelier), Damian (Foxall) y yo nos conocemos muy bien y estamos muy compenetrados. Esta será una muy buena competición. En mi opinión se trata de mantener un control permanente del oponente hasta el final de la regata. Sebastien y Charles tienen mucha experiencia, conocen el barco y trabajan bien juntos. Nuestro punto fuerte es que empujamos un poco más, creo. Pero la primera parte para salir del canal debemos ir con mucho cuidado... Habrá que ser muy determinantes en las decisiones pero, a la vez, muy cuidadosos".
Saludos y buenos vientos
El viernes 14 de junio de 1968 salió de Falmouth el Suhaili, un pequeño queche, con una figura solitaria al timón: Robin Knox-Johnston, de veintinueve años. Diez meses y medio más tarde, un Suhaili oxidado, con la pintura desconchada y las velas rasgadas y marrones, volvió triunfalmente a Falmouth. Robin Knox-Johnston se había convertido en el primer hombre que había circunnavegado el mundo en solitario y sin escalas.
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