El KUKA-LIGHT suizo y el VO70 MONSTER PROJECT ruso entrando en el Estrecho de Comino © Kurt Arrigo / Rolex |
La Rolex Middle Sea Race ha reafirmado su posición entre las regatas oceánicas más extremas del mundo. Una flota récord de 122 barcos sufrió los caprichos de un recorrido que combinó todo tipo de condiciones de viento y mar: de frustrantes encalmadas, a rachas de 60 nudos; de avance en cámara lenta sobre aguas como un plato, a salvajes surfeadas en olas de hasta diez metros. De bella, a bestia en cuestión de horas. Tras una semana de dura competición contra los elementos, sólo 51 barcos lograron completar las 606 millas de la clásica del Mediteráneo. El J122 Artie de Lee Satariano fue proclamado campeón absoluto.
122 equipos de 24 nacionalidades respondieron a la convocatoria de la 35ª Rolex Middle Sea Race, que se disputó en Malta entre el 18 y el 25 de octubre. Una variada flota formada por barcos con esloras comprendidas entre los 9,5 y los 30,5 metros conformó el tercer récord consecutivo de participación (83 disputaron la regata en 2012 y 99 en 2013). “Supone toda una satisfacción”, reconoce Godwin Zammit, comodoro del Royal Malta Yacht Club, organizador del evento desde 1968. “Significa que la popularidad de la regata está aumentando y que llega cada vez a más lugares gracias a la buena publicidad que nos hacen cada año los participantes”. Rolex patrocina la regata desde 2002.
El sonido de los cañones de Saluting Battery, en el histórico Grand Harbour de Malta, marcó el inicio de la regata para las cinco clases en que se distribuyó a los participantes. Los 122 galgos saltaron al terreno de juego frente a miles de espectadores emplazados en el espectacular anfiteatro formado por los bastiones de La Valeta. El cielo despejado y una suave brisa de componente sur hacía difícil pensar que se cumpliría la previsión meteorológica, que indicaba la llegada de un formidable frente a partir del miércoles.
Enrevesado
Con salida y llegada en Malta, el recorrido de la Rolex Middle Sea Race circunnavega Sicilia en sentido contrahorario a lo largo de 606 millas náuticas. La flota debe atravesar el siempre complicado estrecho de Mesina y dejar a babor Sicilia, el volcán de Estrómboli y las islas Eolias, Egadas, Pantellería, Lampedusa y Gozo antes de cruzar la línea de meta en Marsamxett Harbour, hogar del Royal Malta Yacht Club.
De acuerdo con Francesco de Angelis, táctico del defensor del título, el TP52 italiano B2 en el que navega el gallego Jaime Arbones: “Lo complicado de esta regata es que nunca sabes qué hará el viento. Es larga, llena de esquinas y recovecos, y el escenario cambia dramáticamente. Sabes con qué viento comenzarás, pero no lo que te vas a encontrar en el camino”. Para Tom Addis, navegante del supermaxi esloveno Esimit Europa 2 junto al mallorquín Jordi Calafat, el canario David Vera y el gallego Iago López: “La principal peculiaridad es que prácticamente navegas todos los ángulos porque avanza en círculo y tienes de todo. Siempre encuentras algo extremo, nunca es la típica regata de 10-15 nudos”. Addis ganó la Rolex Sydney Hobart en 2009 a bordo del mismo barco, entonces llamado Alfa Romeo y propiedad de Neville Crichton. “Salvo por la longitud de sus recorridos y que las dos están patrocinadas por Rolex, creo que hay pocas similitudes entre ambas”. Apenas tres días más tarde, el Mediterráneo refutaría la opinión de Addis.
En cámara lenta
El parte se cumplió en las primeras horas de regata, propiciando un lento avance de la flota primero hacia el extremo sureste de Sicilia y más tarde hacia el estrecho de Mesina. Primer test de paciencia para las tripulaciones, obligadas a tirar de concentración, trimado fino, correcta selección de velas y precisión al timón.
Vientos casi inexistentes hicieron que la flota progresase muy lentamente al norte de Sicilia © Kurt Arrigo / Rolex |
“La primera noche de esta regata es difícil y táctica”, explica Ian Moore, navegante del Cookson 50 italiano Mascalzone Latino, uno de los grandes de esta edición. “Por lo general apuestas por la esquina de Sicilia, pero en cuanto llegas te preguntas: ‘¿por dónde ataco el estrecho?’. Una vez dentro, la corriente se suma a la ecuación, especialmente como diez millas adentro”. El barco de Vincenzo Onorato fue el quinto en dejar atrás el estrecho.
El récord se desvanece.
Tras 48 horas, el líder todavía negociaba el ecuador del recorrido y sus rivales se agolpaban en 100 millas por su popa. La segunda noche de regata volvió a poner a prueba la habilidad de las tripulaciones para sacar combustible de donde no lo había. Tras rodear Estrómboli, muchos optaron por ganar norte en busca de la ansiada brisa. El ritmo apenas superaba los tres nudos.
A las 11:55h del tercer día expiraban las 47 horas, 55 minutos y 03 segundos que tenía Esimit Europa 2 para batir el récord establecido por el estadounidense Rambler de George Davis en 2007. Avanzando a poco más de cinco nudos, el supermaxi de Igos Simcic se encontraba todavía en las proximidades de Palermo, apenas a mitad de camino de Malta.
Rán a la caza
La cuarta jornada comenzó con buenas noticias para el Rán de Niklas Zennström, que ascendía al liderato provisional tras una productiva noche en el mar. Superada Favignana, el Maxi 72 sueco siguió la estela del Esimit Europa 2, que tras quedar encalmado en Pantelleria vería cómo su rival se acercaba apenas a cinco millas. A media mañana del martes, la velocidad de ambos se estabilizaba en los dos dígitos. El resto de la flota sudaba para alcanzar Palermo.
Cuarta victoria en tiempo real
Pese a los esfuerzos de Rán, Esimit Europa 2 aprovechó el aumento del viento para escaparse hacia Malta y confirmar su condición de favorito a la victoria en tiempo real. El supermaxi esloveno cruzó la meta a las 22:47.05 horas del martes, estableciendo un tiempo de 3 días, 10 horas, 42 minutos y 5 segundos. Aunque lejos del récord de Rambler, este triunfo convierte al Esimit Europa 2 en el primer equipo con cuatro victorias en tiempo real en la Rolex Middle Sea Race: 2010, 2011, 2012 y 2014. “La sensación de victoria es siempre la misma, aunque cada regata es muy diferente”, comentaría Schümann.
Exactamente dos horas más tarde, el Rán de Niklas Zennström cruzaba la línea de llegada. “Lo único que puedes hacer es intentar llevarte el triunfo en tu clase y confiar en que la meteorología juegue en tu favor”, explicaría el co-fundador de Skype. “Como siempre, el equipo preparó el barco y compitió a un nivel muy alto, así que podemos estar contentos con nuestro rendimiento”.
Llega la bestia
Después de cuatro lentas jornadas en el mar, un dramático cambio de escenario esperaba a la flota a partir de la noche del miércoles. La llegada del anunciado frente iría incrementando la intensidad del viento del noroeste coincidiendo con el paso del grueso del pelotón por el extremo de Sicilia, precisamente donde iniciaban el regreso a Malta. Literalmente catapultados hacia el sur, los barcos comenzaron a navegar en condiciones cada vez más extremas.
El GYR Scarlet Oyster reportaba rachas de 48 nudos en la aproximación a Pantelleria momentos antes de romper el timón y anunciar su retirada. Seb Ripard explicaba desde el J122 Artie: “Tenemos rachas de viento bien por encima de los 40 nudos y olas de diez metros. El plan es una mezcla de apretar tanto como podamos pero protegiendo el barco, así que lo hemos tomado un poco con calma en los momentos de las rachas más fuertes y acelerado en cuanto el viento bajaba un poco”. En esta época del año las horas de oscuridad superan a las del día, añadiendo una dificultad extra a la ya de por sí dura navegación en condiciones tan radicales.
Prueba de la extraordinaria dificultad de las condiciones es el número de barcos que tuvieron que buscar abrigo en Sicilia, Pantelleria o Lampedusa en mitad de la tormenta. Y lo es también el hecho de que apenas un 40% de los participantes lograran completar el recorrido. Algunos se quedaron a las puertas de conseguirlo. “El pin de nuestra quilla se rompió cuando salíamos del estrecho de Comino, a menos de 10 millas de meta”, explicaría Diogo Cayolla, patrón del espectacular prototipo suizo de 42 pies Kuka-Light, que en ese momento protagonizaba un espectacular mano a mano con el Volvo 70 ruso Monster Project. El francés Teasing Machine llegaba a puerto en plena noche desarbolado tras perder su mástil a 20 millas de Malta.
La expresión en las caras de las tripulaciones al llegar a puerto reflejaba una mezcla de agotamiento, felicidad y alivio, conscientes de la hazaña lograda. Desde el Reichel & Pugh 48 alemán Sjambok reportarían rachas por encima de los 60 nudos.
Héroes locales.
El ganador de la Rolex Middle Sea Race 2014 surgiría de la tormenta. A las 00:45h de la madrugada del jueves, el Artie de Lee Satariano cruzaba la línea de llegada y paraba el crono en 4 días, 13 horas, 35 minutos y 05 segundos. Aplicados los cálculos de compensación, ningún barco podría ya mejorar el tiempo del pequeño J122 maltés, que se proclamaba ganador absoluto de la Rolex Middle Sea Race 2014.
El italiano ARTIE cruzando la línea de meta como vencedor © Kurt Arrigo / Rolex |
En una mutitudinaria entrega de premios, los ganadores recibieron el trofeo Rolex Middle Sea Race, el Rolex conmemorativo por su hazaña y una cerrada ovación por parte del resto de participantes. Todos los presentes se mostraron respeto mutuo conscientes de la trascendencia de haber atravesado tal vez las condiciones más duras en la historia de la regata.
Saludos y buenos vientos
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