El equipo, con Guillermo Altadill y Pachi Rivero a la cabeza, disputa mañana el Trofeo del Bósforo.
La prueba se enmarca en la Istanbul Europa Race, vuelta a Europa a vela, cuya primera etapa comienza este sábado.
El Estrella Damm Sailing Team, con Guillermo Altadill y Pachi Rivero a la cabeza, tendrá por fin la oportunidad de medirse a sus rivales mañana con el Trofeo del Bósforo disputado en aguas turcas. Esta prueba costera se enmarca en la Istanbul Europa Race, vuelta a Europa a vela, que se inicia el sábado con la primera etapa entre Estambul y Niza (Francia). “Lo tenemos todo preparado y estamos deseando empezar”, asegura Rivero.
Aunque la prueba no contará para la clasificación general de la regata, sí se elaborará un ranking de los mejores en estas regatas costeras. Además, tiene el aliciente de ser la primera ocasión en que el Estrella Damm Sailing Team tome contacto con sus rivales antes de la salida el sábado 29.
La prueba consiste en un recorrido costero entre dos boyas por el Bósforo, que será en través o descuartelar. Se realizarán varias vueltas al recorrido y el ganador será el barco que consiga el tiempo más bajo para una misma distancia.
Este tipo de regatas se disputarán en todos los puertos sede de la Istanbul Europa Race (Estambul, Niza, Barcelona y Brest). Estas pruebas servirán también para que los participantes puedan llevar cinco invitados a bordo que puedan experimentar la emoción de navegar en un IMOCA 60 junto a los cinco tripulantes.
La prueba empieza mañana a las 12, hora local, 11 hora centroeuropea. El parte meteorológico augura un fuerte viento del Nornoroeste de unos 20 nudos, con lo que el espectáculo está garantizado y será una óptima ocasión para que el Estrella Damm vuelva a probarse en estas condiciones.
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Suerte, saludos y buenos vientos
El viernes 14 de junio de 1968 salió de Falmouth el Suhaili, un pequeño queche, con una figura solitaria al timón: Robin Knox-Johnston, de veintinueve años. Diez meses y medio más tarde, un Suhaili oxidado, con la pintura desconchada y las velas rasgadas y marrones, volvió triunfalmente a Falmouth. Robin Knox-Johnston se había convertido en el primer hombre que había circunnavegado el mundo en solitario y sin escalas.
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