Trabaja a fondo con Anna Corbella para su segunda Barcelona World Race. Ambos son un buen ejemplo de la denominada evolución perfecta hacia la navegación en solitario y a dos. Expertos en la Clase Mini, y con una Barcelona World Race en su haber, se presentaron el pasado año como complementarios. Gerard, el “explosivo”, asegura ahora haber ganado reflexividad, un atributo que ha aprendido de su compañera.
Si hay un paradigma en vela oceánica es que la evolución que lleva hasta la clase IMOCA pasa por Minis y los Figaro. Anna Corbella y Gerard Marín son un magnífico ejemplo de ello, con la excepción de que se habían saltado la clase Figaro cuando completaron la Barcelona World Race 2010/11, que para ambos fue su primera vuelta al mundo.
Gerard Marín y Anna Corbella a bordo del GAES © Alexis Courcoux |
Con dos participaciones en la Mini-Transat (2007 y 2009), Gerard saltó al mundo IMOCA en la pasada edición de la Barcelona World Race con el Fòrum Marítim Català. El caso de este figuerense de 32 años es la escenificación de la “pirámide” perfecta, y la extiende en su base hasta sus cimientos en la vela ligera, cuando del Optimist pasó al Europa y, siempre en solitario, de ahí a los Minis. Tiene claro lo que le ha aportado cada clase: “La vela ligera me ha dado confianza en lograr resultados. Cuando eres joven esto es importante, ver que sacas provecho del esfuerzo en la competición; luchas barco contra barco, el ritmo de la regata es intenso y los resultados son inmediatos. En vela oceánica hay muchísimos más factores: tienes que aprender maniobras muy complejas y saber reparar tu barco por tus propios medios.”
Para Gerard, la piràmide Mini, Figaro e IMOCA es idónea: “Con el Mini te introduces en la vela de altura en un barco muy duro y que se parece mucho al IMOCA. El ritmo de las regatas es muy alto y tienes que aprender muy bien a gestionar el material y las maniobras. El Figaro es más explosivo, al ser un monotipo tienes que trabajar mucho la velocidad del barco y la presión es muy alta. Pero el IMOCA es realmente muy duro, es un barco que cuesta mucho dominar.”
Desde el pasado verano, Gerard y Anna están entregados a fondo en la preparación del GAES para la Barcelona World Race 2014/15. En su base de Barcelona, el trabajo es meticuloso e incluye una optimización de varias partes vitales del barco: “Hemos realizado mejoras en la quilla y el palo. Tenemos previsto realizar una travesía del Atlántico que nos servirá para optimizar aún más el barco y rehacer las polares. Nuestro objetivo ahora es encontrar una configuración vélica que se adapte a nuestras características."
¿Cuáles son estas características? El pasado mayo se autodefinían Gerard como más explosivo y Anna más reflexiva. Ahora, tras meses de entrenamiento, manifiestan que ambos han adquirido características uno del otro: "Quizás ahora yo me he vuelto más reflexivo y Anna es algo más impulsiva. De todos modos, a bordo, nos hemos dividido las responsabilidades, y Anna es la que lleva la informática y tomará las últimas decisiones."
Saludos y buenos vientos
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