Valencia dice adiós a la Copa América
Si aún quedaba alguna esperanza para que Valencia repitiese por tercera vez como sede del trofeo náutico más antigo del mundo, se esfumó definitivamente. El BMW Oracle, vencedor de la última edición, firmó un acuerdo preliminar con la ciudad de San Francisco, sede del club náutico bajo cuya bandera compite, para que albergue el próximo trofeo.
El BMW Oracle de Larry Ellison acabó con las pocas esperanzas que quedaban para que la ciudad repitiese como sede del trofeo náutico más antiguo del mundo. El sindicato ganador de la última edición ha firmado un preacuerdo con San Francisco, sede del club náutico por el que compite.
El anuncio confirma una decisión que parecía cantada, pese a que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, mantenía que había un compromiso por parte de los dos equipos que disputaron la última edición para repetir en Valencia. Según algunos medios locales, San Francisco se compromete a destinar 270 millones de doláres a infraestructuras, que serán aportados por patrocinadores.
Pese a este acuerdo inicial, desde el propio sindicato estadounidense se consideraba que había aún otra alternativa, pero ubicada en Italia y siempre y cuando lo pactado con San Francisco no fuese aprobado por el pleno de su Ayuntamiento.
De esta forma, Valencia solo se queda con la opción de pujar por algunas de las pruebas previas que se celebrarán como preparación para las finales.
El anuncio oficial elimina también la incertidumbre que rodeaba al futuro de la marina donde se disputó la prueba de vela, ya que la alcaldesa aseguraba que no se podían definir los usos de este espacio hasta que no se despejase si la competición iba a continuar. Ahora, las tres administraciones –estatal, autonómica y local– que forman parte del Consorcio que financió esta infraestructura, a la que se destinaron 320 millones de euros, tendrán que demostrar si son capaces de ponerse de acuerdo para ofrecer un proyecto viable para este espacio, de más de un millón de metros cuadrados.
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Saludos y buenos vientos
El viernes 14 de junio de 1968 salió de Falmouth el Suhaili, un pequeño queche, con una figura solitaria al timón: Robin Knox-Johnston, de veintinueve años. Diez meses y medio más tarde, un Suhaili oxidado, con la pintura desconchada y las velas rasgadas y marrones, volvió triunfalmente a Falmouth. Robin Knox-Johnston se había convertido en el primer hombre que había circunnavegado el mundo en solitario y sin escalas.
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