Charisma será el primer barco español en la Rolex Sydney Hobart.
El "Charisma" con grimpola del Real Club Náutico de Barcelona, de Alejandro Pérez Calzada se convertirá el próximo día 26 de diciembre en el primer barco español que toma la salida de la Rolex Sydney Hobart en los 65 años de historia de esta clásica entre las clásicas regatas oceánicas del mundo.
Con su participación en la 65ª Rolex Sydney Hobart, el "Charisma" alcanza el punto medio de su travesía de circunnavegación del planeta iniciada hace dos años, como comenta su armador, el cordobés Alejandro Pérez Calzada: "Es una regata que culmina parte del programa que iniciamos en 2007, porque está justo en el ecuador de la travesía. Mi objetivo al embarcarme en este proyecto era participar en todos los "ochomiles" de las regatas de altura, dentro de los cuales esta es la mítica, la más atrayente: es un poco el Everest de nuestra vuelta al mundo".
Preparado para hacer historia
A las 13:00h -hora local, 03:00h peninsular en España- del 26 de diciembre [el conocido como "Boxing Day"], el "Charisma" se convertirá oficialmente en el primer barco español que toma la salida de la Rolex Sydney Hobart, prueba oceánica de 628 millas náuticas de recorrido entre la localidad australiana de Sydney y Hobart, en la isla de Tasmania. La inscripción de este año asciende a 112 barcos, que se distribuirán en dos líneas de salida. El Cruising Yacht Club of Australia dotará a todos los barcos de un sistema de seguimiento por satélite Yacht Tracker, y podrán ser seguidos en tiempo real a través de la web oficial www.rolexsydneyhobart.com .
Para esta regata, la tripulación del "Charisma" estará formada por 15 regatistas, entre los que además de su armador (y navegante), encontramos nombres tan conocidos Guillermo Altadill o Manuel "Noluco" Doreste. Junto a ellos, Pérez Calzada contará con la presencia de un histórico de la Sydney Hobart, el australiano Frank Sticovich "que ya ha participado en 14 ocasiones en esta regata, las cinco últimas como skipper, y cuatro a bordo de un Sparkman & Stephens -comenta Pérez Calzada-. Además, habla castellano, lo que facilita la comodidad a bordo. Pretendemos que sea un barco español al cien por cien, y el castellano es el idioma oficial a bordo". La tripulación se completará con Alberto Mir, Álvaro Irala Rivero, Álvaro López-Dóriga, Andor Serra, Carlos Sanmartí, Christian Grütte, Dimas Wood, Fernando Souviron, Francisco Aranda, José Manuel Valadés y Juan Luis Wood. "Tenemos una lista de espera muy grande de tripulantes que me da mucha pena que no hayan podido venir, ¡pero es que no cabemos más en el barco!", lamenta el armador andaluz.
En su condición de navegante a bordo, Pérez Calzada explica cómo es el recorrido de la Rolex Sydney Hobart: "Podemos hablar de cuatro tramos: la bajada por la costa australiana, el paso del Estrecho de Bass, el acercamiento a Hobart y la subida del río Derwent. A veces, el problema ha estado en la bajada hacia el Estrecho de Bass, donde te entra toda la ola del Pacífico, aunque lo más conocido es la ola en el Estrecho de Bass. Pero realmente te puedes encontrar con problemas en cualquier punto".
El S&S de 57 pies se ha demostrado como un barco duro y competitivo durante sus casi 40 años de existencia, y su propietario confía no sólo en completar el recorrido de Sydney a Hobart, sino hacerlo con buen resultado: "Si no caemos en una encalmada con relación a la flota, creo que somos muy competitivos; da igual que haya poco o mucho viento, lo importante es que haya opciones de navegar. La Sydney Hobart es una regata compleja, y que históricamente se corre en condiciones duras. Me estimula especialmente porque se realiza en Australia, el país de la vela, y porque no la ha hecho ningún barco español. Por otro lado, con ella completamos el circuito de regatas oceánicas clásicas de Rolex".
Saludos y buenos vientos
El viernes 14 de junio de 1968 salió de Falmouth el Suhaili, un pequeño queche, con una figura solitaria al timón: Robin Knox-Johnston, de veintinueve años. Diez meses y medio más tarde, un Suhaili oxidado, con la pintura desconchada y las velas rasgadas y marrones, volvió triunfalmente a Falmouth. Robin Knox-Johnston se había convertido en el primer hombre que había circunnavegado el mundo en solitario y sin escalas.
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