Su gran desafío no era las regatas, pero si el ser el mas rápido entre puerto y puerto. Esto significaba un orgullo para los propios navegantes y un reconocimiento a sus embarcaciones.
El espíritu que llevaba a estos navegantes a través de las grandes rutas comerciales, llegando a increíbles latitudes en el océano Sur o rodeando los cabos más peligrosos del mundo, emerge hoy bajo la forma de la Volvo Ocean Race, un desafío que se muestra como uno de los grandes retos deportivos a nivel mundial.
La primera edición de esta aventura deportiva vino de la mano de dos regatistas de renombre internacional: Sir Francis Chichester y Sir Robin Knox-Johnston, hombres aclamados en todo el mundo por sus increíbles vueltas al mundo en solitario. Inevitablemente sus éxitos llevaron a otros regatistas a plantear, en los círculos de la náutica internacional, una vuelta al mundo con tripulación. La idea se hizo realidad en 1973, con la Whitbread round the World Race, la más larga, la más exigente y peligrosa prueba deportiva que jamás hubiera existido.
Y la verdad es que peligrosa si fue. En la primera edición se perdieron tres vidas, cuando en mitad de una tormenta tres regatistas cayeron al agua. Este hecho llevo a la inevitable llamada por dejar la regata, pero el deseo por la aventura y los desconocido hizo que la regata se estableciera cada cuatro anos.
La etapa del cambio de nombre de Whitbread a su nombre actual Volvo Ocean Race comenzó con 2001-02. Al día de hoy sigue siendo el “Everest de la vela”.
Durante nueve meses la Volvo 2008-09, que comenzó en Alicante el pasado 4 de octubre de 2008 y que finalizará en San Petesburgo en junio de 2009, los equipos participantes recorrerán más de 37000 millas por los mares más peligrosos del mundo y cruzaran los cabos mas emblemáticos para llegar a Ciudad del Cabo, Kochi, Singapure, Qingdao, o el mismo Cabo de Hornos para llegar a Rio de Janeiro, Boston, Galway, Goteborg y Estocolmo.
Cada uno de los inscritos lleva a bordo 11 tripulantes profesionales, en una regata que requiere las habilidades más extremas, una resistencia física endiablada y un espíritu competitivo día y noche, durante los largos 30 días de los que consta alguna de las etapas. Cada tripulante realizará distintas labores a bordo y habrá dos tripulantes con conocimientos de medicina, un velero, un ingeniero y un especialista en prensa.
Durante la regata los tripulantes experimentaran la vida al extremo, frase que caracteriza la regata “Life at the Extremme”. A bordo no hay comida fresca y se alimentaran con productos liofilizados, vivirán condiciones térmicas desde los -5 grados centígrados hasta más de 40 y solo podrán llevar un juego de ropa. Confiaran sus vidas al skipper y a su propio barco, y sufrirán problemas de sueño, al dormir en turnos de apenas 3 horas.
La regata es la cita deportiva que a nivel mundial une en mayor medida, el desafío total con la competitividad y la aventura, una experiencia única que aunara el glamur de las regatas in-shore con la acción y el drama en las etapas oceánicas.
Saludos y buenos vientos
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