Una pareja que navegaba tranquilamente frente a la costa de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) se llevó el pasado 18 de julio el que posiblemente será el mayor susto de sus vidas. En apenas unos segundos, se les unió en la cubierta de su yate una ballena de una tonelada cuyo tamaño, tal y como se aprecia en la imagen, hizo empequeñecer al capitán de la embarcación. Sólo rompió el mástil sin causar daños personales, gracias a que el señor Mothes y su novia, Paloma Werner, de 50 años, se parapetaron cuando la ballena cayó en la cubierta antes de volver al agua.
Abordaje de la ballena
El ‘abordaje’ sólo causó desperfectos en el palo, que lo rompió, y en la cabina de cubierta
“Había pedazos de piel y grasa por todo lado en el yate”, afirmaba tras el accidente Ralph Mothes, el capitán del Yate Intrepid de 59 años. ”Si la ballena hubiese sido más agresiva podría haber golpeado el barco con su cola y nos habría hundido”, añade. La señorita Werner, por su parte, ha declarado: “Lo primero que hicimos fue asegurarnos de que no había agua penetrando por el piso. No sabíamos si la ballena iba a volver”.
La pareja, que tras el suceso se las arreglaron para arrancar el motor nuevamente y llegar al puerto sin ayuda, estaba agradecida por estar a bordo de un yate con casco de acero, por lo que no sufrió ningún daño estructural. “Un buque de fibra de vidrio había sido destruido”, apuntan.
Así quedó el velero "Intrépid"
La causante del susto es una ballena franca austral (Eubalaena australis), una especie en peligro de extinción que puede crecer hasta 50 pies de largo y pesar 60 toneladas, por lo que ésta era probablemente muy joven. Un turista procedente de Botswana, que estaba a bordo de un barco turístico cercano, capturó las sorprendentes imágenes que ha publicado en primicia el diario Daily Mail .
Las autoridades costeras sudafricanas investigan si la ballena había sido hostigada por los ocupantes del yate, hecho que podría ser la causa de una reacción de semejante virulencia. Esto fue confirmado por varios testigos donde señalaron que un bote inflable y un yate habían estado hostigando a la misma ballena justo antes del incidente.
Según el diario británico The Guardian, Alan Boyd, de la agencia de protección marina y el departamento ambiental de Sudáfrica, declaró que: “Nosotros estamos al tanto de notificaciones que indican que una persona estaba deliberadamente navegando hacia la ballena y molestándola”. El departamento confirmó al diario británico que se había iniciado una investigación ya que tenían un informe del incidente por parte de al menos un testigo presencial, y además se pedirá al patrón del velero que envíe su informe de los hechos.
Las ballenas franca austral son comúnmente vistas en el lado Atlántico de Ciudad del Cabo en esta época del año, cuando llegan a sus costas a parir y cuidar las crías desde junio a diciembre. Miles de turistas acuden cada año para detectar a los mamíferos durante el invierno de África del Sur. Las leyes de protección de ballenas en Sudáfrica, exigen a los veleros estar a más de 300 metros de las ballenas y alejarse del lugar si las ballenas se aproximan a ellos.
Saludos y buenos vientos
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